Traigo un par de enlaces que me parecen muy interesantes. El primero es una entrevista a Mario Saban, teólogo judío autor del libro "El judaísmo de Jesús". El segundo remite directamente a la página web creada alrededor de este libro, donde aparecen muchos materiales interesantes.
http://www.periodistadigital.com/religion/object.php?o=1053174
http://www.eljudaismodejesus.com/index.php
Un abrazo.
Los leeré...
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna
No estoy muy seguro de que el planteo del libro sea demasiado original. Quiero decir que hay muchos otros estudiosos tranbajando en el mismo tema desde hace años, por ejemplo el bellísimo y muy completo "Jesús, un judío marginal" de Meier, que ya se ha vuelto un clásico de nuestra época.
Sin embargo me gustó muchísimo la síntesis y claridad de exposición de este teólogo que traes. Al blog todavía no entré, así que sólo me refiero a la entrevista, en la que hay un párrafo que me gustó especialmente:
Jesús nació y vivió como judío, por lo tanto, alguien podría erróneamente pensar que reformó la religión judía. Pero, justamente, lo que defiendo en mi obra es que Jesús no vino a fundar ninguna religión, ni pensó que iba a originar el cristianismo. Independientemente de si tenía o no autoconciencia mesiánica. El Antiguo Testamento y la Torá, prácticamente coincide con todas las enseñanzas de Jesús. La originalidad es que las enseñanzas de 400 rabinos juntos, se encuentran todas en Jesús. Tenía un conocimiento sensacional y una memoria prodigiosa de todas las escuelas judías de la época. Y de cada una tomaba lo mejor. Por eso se vuelve inclasificable.
¡Qué estupenda y respetuosa alabanza, viniendo precisamente de alguien que no podría jamás comprender la autoconciencia de Jesús en los términos en que lo hacems en nuestras confesiones de fe!
Me hace acordar del salmo "de la boca de los niños de pecho has sacado una alabanza". Cómo muchas veces nosotros, los seguidores de Jesús, no tenemos para nada en claro qué es lo central y qué lo accesorio en nuestra fe; cómo a veces confundimos a "nuestro" Jesús con una tabla de preceptos éticos... por muy universales, preciosos y válidos que sean. Y viene un teólogo judío y nos dice: "en Jesús, lo original es Jesús".
En nuestra fe el centro no es su mensaje, su recuerdo, sus milagros, todo eso es importante, pero lo central es su persona, confesar su nombre:
-Quién dicen ustedes que soy YO?
-Tú eres el Cristo.
«Sí, he hablado de grandezas que no entiendo, de maravillas que me superan y que ignoro.»