Pocas veces se verá tan bien planteado, tan bien expuesto el choque del hombre contra el silencio divino.
Obviamente no es una teoría o una exposición teórica, sino un testimonio: el del periodista Andrés Aberasturi en relación a su hijo Cris, nacido con parálisis cerebral.
Yo pienso que a cualquiera de nosotros, cristianos, nos viene bien escucharlo, para tener un punto serio de referencia: de esto hablamos, o callamos, según se mire y se pueda:
como es una página de Telecinco, no puedo incrustar solo el video, sino la página, lo siento.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Job.
"(...) el sonido del puro silencio". 1 Re 19, 12
El silencio de Dios ante el sufrimiento de los inocentes es ciertamente la gran piedra de toque en la que tropezamos una y otra vez. Todo parece encajar maravillosamente, hasta que te encuentras frente a este sinsentido que rompe todos los esquemas racionales, incluso diría que acomodaticios y generadores de sentido.
Rompe con la idea de un Dios amoroso que nos acompaña y cuida, que paga con el bien a los que hacen el bien, del cual somos hijos...incluso con la idea de Dios como todopoderoso, pues ¿qué padre no haría lo imposible por evitar el sufrimiento de sus hijos, pudiendo hacerlo?
Se han dado muchas explicaciones a esto, todas en mayor o menor medida insuficientes, porque al final no nos llevan a un dios al que se pueda amar. Un dios distante, inaccesible, que nos arroja a la existencia pero luego no se preocupa de nosotros. O un dios colérico que descarga su ira indiscriminadamente sobre todos, porque todos somos culpables por el simple hecho de existir. O un dios que sólo favorece a lo fuerte, a lo duro, a todo aquello que tiene que ver con la voluntad de poder y el deseo de dominio. Hay muchas más explicaciones, más intentos de encontrar un porqué que nos obsesiona, porque a todos este sinsentido nos ha tocado en alguna ocasión.
En el post anterior escribí "Job" porque es el texto bíblico que toca todo esto con una profundidad más desgarradora. Fue el primer libro que leí cuando retomé la Biblia, más de seis años después de haber perdido la fe. Aquí no hay vida futura que de alguna manera consuele (aunque está aludida de alguna manera en un breve pero oscuro pasaje). Sólo hay lamento, desgarro, incluso diría que desesperación. Parecería en ese sentido un libro muy poco cristiano, porque no hay alegría en la tribulación, no hay salida. Ni siquiera se ve esa paciencia proverbial en Job, que reprocha a Dios lo que le pasa y le pide que acabe ya con todo. Y no obstante, hay una actitud en Job que está ahí, apenas imperceptible, pero sólida: permanece fiel.
Quizá no queda otra. El amor no puede ser comprendido para ser dominado. No puede ser poseído ni exigido. No se tiene derecho para recibirlo, ni obligación para darlo. No se rige por la ley de causalidad, o la de reciprocidad, o el mercadeo con el que contaminamos todas las cosas. Cuando Job entiende esto, descubre que antes, aún teniendo fe, conocía a Dios sólo de oídas.
Quizá nunca encontremos un sentido a todo esto. Quizá los que hayan perdido o no hayan tenido fe, la encuentren. Quizá, de servir, este silencio sólo sirva para removernos de una existencia tranquila, placentera y un tanto anestesiada, volcada hacia nosotros mismos, y nos sirva de acicate para buscar "algo" que no está en nosotros, o que quizá sí lo está, pero profundamente enterrado y por ello, inaccesible. No recuerdo que filósofo decía que la vida del hombre es problemática...
"(...) el sonido del puro silencio". 1 Re 19, 12
La verdad, Jorge, que me conmovió mucho tu escrito. Es muy difícil escribir estas cosas sin estar repartiendo "quién tiene razón". Casi es lo primero que sabemos hacer: tomar partido antes que simplemente contemplar las cosas como se dan, como ocurren.
Ahora está ocurriendo la cuestión del "pequeño Charlie", y entonces están los racionalismos de un lado cinchando con que esa vida no tene sentido de ser vivida, así que mejor acabar lo antes posible con ella, así no nos muestra por demasiado tiempo que no tiene sentido, no nos molesta. Pero también los racionalismos del otro lado (los "nuestros") que, aunque sean cristianos no dejan de ser racionalismos, que quieren que se le demuestre de una vez por todas a este podrido mundo que la vida del Pequeño Charlie sí tiene sentido... y resulta que a lo mejor lo único que el Pequeño Charlie necesita, y el único sentido por el que llegó a este mundo es para morir apaciblemente, lo más lleno de cariño posible, como quieren sus padres.
No sé cuál es la sdolución, pero estoy seguro que es más el silencio que el gritar. Cuando alguien grita y vocifera, en una situación así, estoy seguro que no dice la verdad, aunque tenga razón.
La verdad, en el límite, está del lado del silencio, así que si Aberasturi escucha del otro lado un gran silencio, aunque no lo pueda articular, está escuchando la verdad.
No sé de dónde sacaste esa traducción de 1Re 19,12 que usas como firma, pero es muy acertada (aunque no sea exactamente una traducción). Me hace acordar al "silencio como de media hora" que "suena" en medio de Apocalipsis (8,1)
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
La cita creo recordar que la leí en el primer tomo de El cristianismo en sus comienzos, de James Dunn. Nunca había leído una traducción como esa, que evoca tantas cosas...por eso la consigné como firma.
Casualmente estos días ha salido un magnífico artículo en la Jot Down Magazine que habla precisamente de todo esto (casualidad no, "diosinencias" creo que lo llamaba alguien). Lo comparto a continuación.
http://www.jotdown.es/2017/06/job-sienta-dios-banquillo-sufrimiento-inocente/
Un fuerte abrazo.
"(...) el sonido del puro silencio". 1 Re 19, 12
Gran artículo, me pierdo a veces estas cosas brillantes por no andar demasiado atento en la red. Me pareció una excelente puesta en comprensión del libro; incluso se apoya en una película que a mí personalmente no me satisfizo para nada, pero no es una exégesis de la película sino mostrar el camino de la pregunta de Job y la manera en que él y sus lectores consideran que Dios se las deja respondida.
En esa medida es un excelente prólogo a Job.
No siempre lo mejor es que nos respondan como esperamos, a veces tenemos que cambiar nuestras expectativas, y en eso consiste la efectividad de una respuesta.
Muchas gracias por traerlo. Incluso lo pasé a Biblioteca, porque creo que tiene que estar dentro de los trabajos de Biblia.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Yo, la verdad, no sé si la cuestión tiene solución, humanamente hablando. En mi caso, he renunciado a buscarla. Cuando te topas con una situación de sufrimiento de alguien muy cercano al que amas, no hay respuesta. No puedes hacer que no suceda, y no puedes aliviar un poco lo que sientes (ni quieres sentirte mejor). Sólo queda compartir ese sufrimiento y acompañar. Visto así, creo que eso es lo que hizo Dios al encarnarse...no es una solución, pero sí una respuesta.
Un fuerte abrazo.
"(...) el sonido del puro silencio". 1 Re 19, 12
" tengo ansias de soledad , de desaparecer en DIOS , de sumergirme en su PAZ y de perderme en el secreto de su FAZ ". Tomás Merton . este monje , T.M. ,era un enamorado de la soledad y del silencio que lleva a nuestra Alma a desprenderse de lo Humano para encontrarse con lo Divino , con su Creador , con su padre DIOS.
ABEL ,no estoy muy segura de que a esta frase la escribió este monje de quien yo me quede enamorada de uno de sus libros. si me podes decir o averiguar, te lo agradeceré. y de esta : " lo que era frágil se a vuelto potente , Ame lo mas frágil , contemple lo que era nada , toque lo que carecía de sustancias , y dentro de lo que no era , Yo Existo ". son frases del libro que leí de el .gracias Abel !.
Primero me llamó la atención la frase y desconfié que viniera de Merton, porque "dentro de lo que no era, Yo Existo" es... demasiado palabra divina, ningún ser humano puede decirla de sí mismo.
Pero googleando un poco me encuentro con un libro precioso que se llama El Libro de las Horas, una obra poética basada en textos de Thomas Merton, editada en español por Sal Terrae.
El poema conclusivo contiene precisamente la frase que traes, pero claro, en boca de Dios, no del monje:
"La voz de Dios se oye en el Paraiso:
«Lo que era vii se ha vuelto precioso.
Lo que ahora es precioso no fue nunca vil.
Siempre he conocido lo vil como precioso,
porque lo vil no lo conozco en modo alguno.
Lo que era cruel se ha vuelto misericordioso.
Lo que ahora es misericordioso no fue nunca cruel.
Siempre he eclipsado a Jonas con Mi misericordia,
y la crueldad no la conozco en modo alguno.
¿Le has visto, Jonas, hijo mio?
Misericordia dentro de la misericordia, dentro de la misericordia.
He perdonado al universo sin fin, porque nunca conoci el pecado.
Lo que era pobre se ha vuelto infinito.
Lo que es infinito no fue nunca pobre.
Siempre he conocido la pobreza como infinito:
no amo en modo alguno las riquezas.
Carceles dentro de carceles, dentro de carceles.
No atesoréis éxtasis para vosotros mismos en la tierra,
donde el tiempo y el espacio corrompen,
donde los minutos irrumpen y roban.
No te aferres más al tiempo, Jonás, hijo Mío,
para que los ríos no te arrastren.
Lo que era frágil se ha vuelto poderoso.
Amé lo que era más frágil.
Cuidé lo que era nada.
Toqué lo que carecía de sustancia
y, dentro de lo que no era, yo soy». "
Ahora subo el libro a la biblioteca, así que en un ratito estará disponible
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
a ese texto lo leí en su libro " el signo de Jonás "...
gracias Abel por responderme. ahora entro para ver ese libro.
bendiciones !
Claro, los textos de El libro de las horas son un enhebrado de textos tomados de distintas obras de Merton.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)