El otro día se me ocurrio preguntarle a mi esposa ¿tu crees que Dios podía crear una incoherencia como una persona libre que fuera incapaz de pecar? –Sí, la Virgen.

Me ganó pero al mismo tiempo me hizo darme cuenta de que ¿por qué Dios no nos concedio a todos esa gracia y listo? Si era posible crear libertades que no pecaran... ¿por qué no realizarlo desde un inicio? Si la respuesta al mal del mundo es el libre albedrio sin el cuál uno es incapaz de amar... ¿Maria no tenia libre albedrio? ¿Y si tenía y no peco fue por pura gracia o fue fiel de manera libre? Llendo más allá, nos hubieramos ahorrado un tramo si le da esa capacidad a Eva.. la cuál fue creada sin pecado pero libremente pecó.

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No, está equivocada tu esposa: la Virgen podía pecar, pero:

1-No estaba inclinada al mal, estaba en el estado de Adán y Eva cuando fueron creados.

2-En esa libertad humanamente perfecta podía (al igual que AyE) pecar, pero no lo hizo.

El pecado de Adán realmente corrompe la naturaleza humana, en ese sentido es un acto histórico (aunque el relato que lo explica sea mítico y metahistórico), ya que supone el paso del tiempo.

Él tenía una libertad pura, como la de la Virgen, la nuestra es una libertad "tocada".

Aunque los evangelios nada dicen sobre las tentaciones de la Virgen (tampoco dicen nada sobre la Inmaculada Concepción), ciertamente que las habrá tenido, y podría haber caído, pero no lo hizo.

"Tentación" y "prueba" son la misma palabra en la Biblia, así que la misma anunciación es ya un "peirasmós" (prueba, que es a la vez tentación). Podría haberle dicho al ángel que ella estaba muy bien así, a punto de casarse, que para qué semejante sufrimiento como se le iba a venir encima, pero no lo hizo. Ese es el mérito de la Virgen, apoyado en la gracia recibida.

Nosotros también tenemos nuestros pequeños méritos, siempre subsiguientes a la gracia, y con lo que tenemos de punto de partida hacemos lo que podemos, lo demás lo suple la fe y la oración de la Iglesia, es decir, lo demás lo suple Cristo.

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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)

A veces la piedad popular quiere decirle a la Virgen tantos piropos, que se pasa siete pueblos, como por ejemplo que es "perfecta", o que "no puede pecar".

La Virgen es perfecta como creatura, pero comparada con Dios, no es perfecta. Uno solo es Perfecto. Así que si decimos que la Virgen es imperfecta no erramos, aunque para no escandalizar conviene aclarar lo que se quiere decir (igual si se dice que es perfecta, aclarar que es perfecta como criatura, es decir, es como AyE)

Sobre "no puede pecar" iba el mensaje anterior.

Dios no nos puede crear con una libertad individual no inclinada al pecado... bueno, "no nos puede" es una manera de decir: puede hacerlo, lo hizo con la Virgen, pero lo hizo precisamente como anticipo de la libertad perfecta de su Hijo, y anticipo de nuestra futura condición creatural. La Virgen es una "muestra gratis" del ser humano plenamente redimido.

Pero a pesar de que Dios nos crea individualmente a cada uno -en la concepción-, sería incoherente que Dios nos creara a cada uno como a la Virgen, puesto que quitaría a la libertad una de sus propiedades fundamentales: el ser histórica, el pertenecer a un curso de la historia, el de Adán, y poder escoger el pertenecer a otro curso de la historia, el de su Hijo.

Nuestra libertad no es abstracta y atemporal sino histórica, no escogemos, sino que vamos escogiendo, y transitamos caminos de libertad (o de pecado). El día que amemos lo histórico que somos y no estemos todo el tiempo tratando de fugarnos a una eternidad puntual que no nos compete, comprenderemos mejor el anuncio de Cristo: "ha llegado el Reino de Dios".

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