CAMINEO.INFO)- Unas 12.000 personas de más de 180 movimientos y comunidades de las diferentes confesiones cristianas de Europa -católicos, evangélicos, anglicanos y ortodoxos- se congregarán por segunda vez en la historia el 12 de mayo en la ciudad alemana de Stuttgart.
El cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, ha considerado que la cita, que tiene por lema, «Juntos por Europa», será uno de los encuentros ecuménicos más importantes del 2007.
El encuentro de Stuttgart, que recupera el espíritu del celebrado en 2004, será un eslabón en la preparación de la Tercera Asamblea Ecuménica Europea, programada en Sibiu (Rumania), para el mes de septiembre.
La Comunidad de San Egidio, promotora de este evento, presentó en una rueda de prensa en la sede de Roma un encuentro que precederá el de Stuttgart, y que reunirá a 3.000 responsables y colaboradores de movimientos y comunidades, del 10 al 11 de mayo en esa misma ciudad alemana.
El encuentro culminante, tendrá lugar el 12, y será retransmitido via satélite para su visión desde toda Europa.
«Desde Stuttgart queremos lanzar un mensaje fuerte y claro: los cristianos quieren una Europa unida, que no se repliegue en sí misma, sino que reconoce también un destino común junto a los demás continentes, comenzando por África», comentó en la rueda de prensa Marco Impigliazzo, de la Comunidad de San Egidio.
Gabriella Fallacara, del Movimiento de los Focolares, añadió: «En este momento de la historia europea, tan complejo y difícil, en la que los valores cristianos sufren violentas perturbaciones, queremos decir todos juntos: nuestra noche no es oscuridad».
«La luz que surge del Evangelio, en la familia, en la política, en el trabajo, en la convivencia entre personas diversas, es inagotable. Creemos en la Europa del espíritu», afirmó Fallacara.
Gerhard Pross, coordinador de los Encuentros Periódicos de Responsables de 130 movimientos y comunidades evangélicos (protestantes) de Alemania constató: «Realizamos un milagro de gran alcance: el milagro de la unidad».
«Hay grupos que hace dos años no habrían imaginado que se encontrarían juntos. Y ninguno de nosotros tiene miedo de perder la propia identidad, sino que enriquecemos a la Iglesia y nuestra experiencia de convivencia».
Se trata, añadió, de un «pacto de escucha recíproca», que ofrece un mensaje de esperanza: «Es posible caminar juntos y ser uno en el corazón».
El belga Christophe D’Aloisio, presidente de «Syndesmos», fraternidad internacional de 126 movimientos juveniles ortodoxos, calificó el encuentro de un «testimonio común entre cristianos, capaces de estar juntos para servir al proyecto de la construcción europea, pues nuestras raíces europeas son cristianas».
Quien tenga tiempo y pueda, por favor, que se acuerde en sus oraciones de este encuentro.
Muchas gracias.
Ponlo en intenciones: http://eltestigofiel.org/oracion/intenciones.php
Por mi parte, dalo por seguro, Isaías.
En comunión
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna
Muchas gracias a las dos.
Maricruz, desde luego cuento con ello.
Creo que estamos ante un momento importante y, si no sonase un poco pedante, me atrevería a decir que histórico, por la comunión que se ha generado durante estos años de preparación y que puede ser un paso importante no sólo para el ecumenismo sino también para dar un alma a la construcción de Europa.
Un abrazo
Creo que sí, Isaías. Por lo poco que aparece en el artículo, lograr reunir aunque solo sea tantas agrupaciones ortodoxas, al lado de movimientos católicos, además de las otras Iglesias eeuropeas, es algo que llena de esperanza. Trataré de seguirlo por internet.
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna
Fecha de publicación: 10/05/2007
Lugar: Madrid
(VERITAS) El Palacio de los Deportes Hanns Martín Schleyer, de Stuttgart (Alemania), acogerá el próximo sábado, 12 de mayo, la segunda Manifestación Europea “Juntos por Europa”, en la que participarán movimientos y comunidades cristianas del continente con el fin de expresar su unidad.
La Manifestación irá precedida por el Congreso “Juntos en Camino”, que tendrá lugar también en Stuttgart hoy, jueves 10 de mayo, y mañana, viernes 11, al que acudirán los responsables y colaboradores de movimientos y comunidades, para profundizar en el mutuo conocimiento y delinear la aportación de cada uno a Europa.
Representantes españoles del Movimiento de los Focolares, Renovación Carismática, Milicia de Santa María, Ágape, y Vida Ascendente estáran presentes en este Congreso; todos participarán en la Manifestación del día 12, a la que se unirán también representantes españoles de la Comunidad de San Egidio.
Distintas ciudades de Europa estarán conectadas vía satélite con Stuttgart para dar la opción de participar de este acontecimiento a quienes no hayan podido desplazarse a la ciudad alemana (París, Moscú, Belfast, Budapest, Praga, etc.). En España, serán Bilbao, Madrid, Sevilla, Granada, Murcia, Las Palmas de Gran Canaria y Astorga las que establezcan conexión en directo, mientras Barcelona y Zaragoza, lo harán en diferido al día siguiente.
Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio; Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares; Nicky Gumbel, presidente de Alpha Internacional (surgido en la Iglesia Anglicana, o Ulrich Parzany, pastor evangélico ofrecerán algunas de las reflexiones durante el encuentro.
También se establecerá un diálogo con algunos representantes de instituciones civiles y ecuménicas europeas como Jacques Barrot, vicepresidente de la Comisión Europea; Romano Prodi, presidente del Consejo italiano; Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos; o Anastas Yannulatos, arzobispo ortodoxo de Tirana y de toda Albania.
“Juntos por Europa” ha sido promovido por el Movimiento de los Focolares, al que han secundado más de 180 movimientos y comunidades cristianas como Pro Christ, Asociación jóvenes cristianos (YMCA), el Consejo de Responsables y Movimientos y Comunidades evangélicas, el Movimiento de Schoenstatt, la Renovación carismática en las Iglesias evangélicas, o la Comunidad de San Egidio.
VERITAS AV07051004
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna
MENSAJE DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II
A LOS PARTICIPANTES EN EL ENCUENTRO ECUMÉNICO
"JUNTOS POR EUROPA"
A los participantes en el encuentro ecuménico
"Juntos por Europa"
El 8 de mayo, en Stuttgart, tendrá lugar el encuentro Juntos por Europa, con la participación de movimientos católicos, evangélicos y ortodoxos, para celebrar una Jornada europea de encuentro y de diálogo. Me alegra saber que los cristianos de Europa se reúnen, precisamente cuando la Unión europea se ha ampliado con varios nuevos Estados, para reflexionar sobre las raíces cristianas y sobre el futuro del continente a la luz del Evangelio. En efecto, la luz del Evangelio ha iluminado la historia de Europa, dando así origen a una comunión de destinos de pueblos diversos. La acogida de la Palabra viva del Evangelio significó a menudo para pueblos enteros adherirse a una comunidad de cultura y de destino, como la que tomó después el nombre de Europa.
No se trata aquí de una historia muy lejana. Cuando se habla de cristianismo en Europa, se alude también a su pasado más reciente, a su presente y a su futuro. El proceso de unificación europea surgió de la amarga derrota de la humanidad que constituyó la segunda guerra mundial. A continuación, los "padres" de la unidad europea, caracterizados en su mayor parte por la fe cristiana, pusieron en marcha un proceso de unificación del continente, cuyos frutos estamos recogiendo hoy. Europa ha comenzado a promover la reconciliación y la paz entre naciones que, por desgracia, a lo largo de siglos se habían enfrentado. Desde el principio, la Santa Sede ha apoyado la integración europea, destacando al mismo tiempo, como recordé recientemente, que para "una afirmación válida y duradera de dicha unión es necesario referirse al cristianismo como factor que crea identidad y unidad" (Discurso con ocasión de la entrega al Papa del premio especial Carlomagno, de la ciudad de Aquisgrán, 24 de marzo de 2004, n. 4: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 2 de abril de 2004, p. 7).
Sin embargo, la fe cristiana representa también el presente y el futuro de Europa. Muchos miembros de movimientos religiosos, con el entusiasmo de su fe cristiana y con su conciencia de que son europeos, muestran en Stuttgart su confianza en el futuro de una Europa iluminado por el Evangelio. Los numerosos testigos de la fe que han sido víctimas de las cruentas y dolorosas persecuciones de la historia europea del siglo XX constituyen un tesoro común para las confesiones cristianas. Quiera Dios que esta herencia refuerce en los cristianos europeos el deseo de unidad y su compromiso común en favor de la obra de evangelización.
Si queremos construir una sociedad más humana, abierta a los demás y solidaria en el amor, no debemos cansarnos de abrir nuestro corazón al Evangelio. Los cristianos pertenecientes a muchos movimientos religiosos reunidos en Stuttgart testimonian que el Evangelio los ha impulsado a superar el nacionalismo egoísta y a ver a Europa como una familia de pueblos, con una gran variedad de culturas y experiencias históricas, pero, al mismo tiempo, unida en una especie de comunidad de destinos. La Europa del futuro necesita esta conciencia para participar en los grandes acontecimientos a los que está llamada por la historia.
El diálogo ecuménico contribuye de modo decisivo a desarrollar una conciencia europea fundada en la fe cristiana. Este diálogo está también en el centro del encuentro de Stuttgart, en el que los católicos reflexionarán, juntamente con cristianos evangélicos y ortodoxos, sobre cuestiones comunes relativas a la vida del continente europeo. Gracias a un diálogo atento y respetuoso, precisamente estos movimientos dan una contribución importante para consolidar entre los cristianos el mandamiento del amor que nos dio el Señor.
Sin embargo, la Europa unida no puede pensar sólo en sí misma, y encerrarse dentro de sus fronteras buscando sólo su bienestar. Europa está llamada a servir al mundo, especialmente a sus regiones más pobres y olvidadas, como África, de modo particular, afligida por tantos y tan graves problemas. No se puede construir una casa común europea sin interesarse por el bien de toda la humanidad.
"Se podría decir que para que Europa pueda construir su futuro necesita mirar más allá de sus fronteras, sobre todo hacia el inmenso hemisferio sur que, desde hace unos años, se ha convertido en el terreno en el que nace la mayor cantidad de conflictos y sobre el que grava el peso de la injusticia, de una manera ya insoportable" (Carta al cardenal Edward Idris Cassidy con ocasión del VI encuentro de oración por la paz en el mundo celebrado en Bruselas, 10 de septiembre de 1992: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 18 de septiembre de 1992, p. 2).
Europa necesita el compromiso y el entusiasmo de los cristianos, sobre todo de los más jóvenes, para acoger la buena nueva del Evangelio de Jesucristo. En efecto, "al inicio de un nuevo milenio, los creyentes tienen el deber urgente de un renovado compromiso para responder a los desafíos de la nueva evangelización. Desde esta perspectiva, desempeñan un papel importante los movimientos eclesiales" (Mensaje a Chiara Lubich con ocasión del 60° aniversario de la fundación del Movimiento de los Focolares, 4 de diciembre de 2003, n. 2: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 2 de enero de 2004, p. 7).
La nueva evangelización da un alma a Europa y ayuda al continente a no vivir ya para sí mismo y dentro de sus fronteras, sino a construir una sociedad más humana, que respete la vida, y a tener una presencia generosa en los escenarios del mundo.
Imparto de buen grado mi bendición al obispo de Rottenburg-Stuttgart, así como a todos los obispos y sacerdotes presentes en el encuentro "Juntos por Europa" de Stuttgart. Al mismo tiempo, saludo cordialmente a los participantes en ese gran encuentro, a los movimientos que lo han organizado, y a todos los que se han unido a ellos mediante el diálogo y la oración. Oro a Dios omnipotente y misericordioso para que bendiga la obra de todos los que anuncian el Evangelio en Europa y para que nos conceda a todos una época de paz y solidaridad.
Vaticano, 6 de mayo de 2004
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna