ccxvvQué me dice Dios por la Asunción de María, y, por las persecuciones de los mártires
Me dice que es Dios de vida, de vida no de muerte
Me dice que es Amor, quiere a sus hijos a su lado
Me dice que es Fortaleza, por eso sostiene a sus hijos en el combate, no deja que sean vencidos
Me dice que la muerte no tiene la última palabra
María fue fiel a Dios toda su vida creció en Amor a Él, no por ella, que es criatura, sí no porque mantuvo su, Si, toda su vida, porque no cedió a las tentaciones; porque obedeció siempre, también cuando no entendía, porque se mantuvo firme ante La Cruz, cierto que no tuvo pecado original, pero también es cierto que si lo tuvieron sus padres, si se puede decir de Jesús, que se encarnó en una carne de pecado, con más razón de María, no tenía culpa de origen, porque fue redimida; pero si el lastre que este pecado conlleva, no tenía ciencia infusa, Dios derramo sobre Ella más gracias que sobre otra criatura, pero lo hizo por Jesús, y, para Jesús, Dios no le saco la libertad, María no dijo “Si” a Dios, no, porque no pudiera decir que no, en ese caso, “pobrecita”, dijo que Si, porque era fiel, porque amaba, porque era tanto su amor a su Creador, “que le era imposible decir No”
Por eso no la venció la muerte
Y de los mártires sucede lo mismo, aman tanto a Dios, confían tanto en la Palabra de Dios, están tan seguros de resucitar que no les importa perder la vida para recuperarla
Pero nada podrían si Dios no estuviese en ellos y con ellos
Un abrazo
Maite
“Id y decid a Juan, lo que habéis visto”
A mí el testimonio de los mártires me impresiona siempre, la alegría y la decisión con la que van al combate de la fe, la firmeza de su determinación a imitar a Cristo hasta en el momento último.
Es verdad que hay muy buenos ejemplos de "arrojo" en el mundo humano, sin recurrir a la fe. Hay médicos que pierden la vida -y saben que la pierden- yendo a curar enfermos en una peste, o en un sitio de infección y enfermedades; muchos de ellos son creyentes, pero no se necesita a Dios para explicar ese altruismo del que el hombre es capaz.
Incluso en una revolución de tipo político hay gente que pierde su vida en función de los cambios sociales y políticos que esperan que su sacrificio traiga.
Pero el caso del martirio es distinto: la muerte del mártir es humanamente del todo inútil, es más, es una muerte que generalmente puede ser evitada con un simple gesto, como en la historia de Eleazar, en 2Macabeos, que sus amigos lo quieren persuadir no a que coma la carne de cerdo, sino a que simule comer, con ese solo gesto se libraría del suplicio... y no lo hace.
La muerte del mártir es como la de Jesús, algo completamente absurdo... si te podrías haber librado, para qué te queremos muerto? estabas mejor predicando y dándonos buenos consejos que ahí muerto, y para qué? todo sigue igual, el poderoso sigue pudiendo, y el débil en su debilidad...
El mártir no muere dando vida a otros, como los médicos, ni muere transformándoles la situación a los demás, como los revolucionarios, muere porque este mundo es el reino de la Muerte, está bajo el poder de la muerte, y la única forma de llevar a su final este mundo, de hacerlo vida, es dando la propia vida sin esperar de este mundo nada. Sólo ellos son auténticamente libres, despojados de todo lo de aquí, como para ser revestidos directamente desde la Jerusalén del cielo.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)