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Lucas 2:19 Biblia de Jerusalén (2ª)
2,
1:
Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
2,
2:
Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.
2,
3:
Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
2,
4:
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,
2,
5:
para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
2,
6:
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,
2,
7:
y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.
2,
8:
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
2,
9:
Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
2,
10:
El ángel les dijo: "No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
2,
11:
os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;
2,
12:
y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre."
2,
13:
Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
2,
14:
"Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace."
2,
15:
Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado."
2,
16:
Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
2,
17:
Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
2,
18:
y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.
2,
19:
María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón.
2,
20:
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
2,
21:
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
2,
22:
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,
2,
23:
como está escrito en la Ley del Señor: 'Todo varón primogénito será consagrado al Señor'
2,
24:
y para ofrecer en sacrificio 'un par de tórtolas o dos pichones', conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
2,
25:
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.
2,
26:
Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.
2,
27:
Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,
2,
28:
le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
2,
29:
"Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;
2,
30:
porque han visto mis ojos tu salvación,
2,
31:
la que has preparado a la vista de todos los pueblos,
2,
32:
luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel."
2,
33:
Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.
2,
34:
Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: "Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -
2,
35:
¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones."
2,
36:
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido,
2,
37:
y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones.
2,
38:
Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
2,
39:
Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
2,
40:
El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.
2,
41:
Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.
2,
42:
Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta
2,
43:
y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
2,
44:
Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
2,
45:
pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
2,
46:
Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles;
2,
47:
todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
2,
48:
Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando."
2,
49:
Él les dijo: "Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?"
2,
50:
Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
2,
51:
Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
2,
52:
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Notas (de Biblia de Jerusalén (2ª)):

=>2:1 Emperador romano de 30 a. C. a 14 d. C. Fuera de este texto no hay noticia de un censo de todo el imperio bajo Augusto. El censo que tuvo lugar cuando Cirino era legado de Siria, Lc 2,2+, no concernía más que a Judea. Sin duda Lc traslada a escala mundial un asunto de ámbito local, ver Hch 11,28.

=>2:2 Dado que Josefo data el censo bajo Cirino en el 6 d. C. , la cronología del nacimiento de Jesús que ofrece Lc no concuerda con la de Mt, según la cual Jesús nació antes de la muerte de Herodes el Grande (4 a. C), quizá entre los años 8-6. Es que de hecho el censo de Judea bajo Cirino hizo época: su ocasión fue la reorganización del país como provincia procuratoriana después de la deposición del etnarca Arquelao, hijo de Herodes, y provocó la insurrección de Judas el Galileo, de la que se habla en Hch 5,37. -Para la «era cristiana» ver Lc 3,1+.

=>2:7 (a) En griego bíblico, el término no supone necesariamente hermanos menores, sino que subraya la dignidad y los derechos del niño.

=>2:7 (b) Mejor que una posada (pandojeion, Lc 10,34), la palabra griega katályma puede designar una sala, 1S 9,22; Lc 22,11, en la que se alojaba la familia de José. Si éste tenía su domicilio en Belén, se explica mejor que haya regresado allí para el censo y también que haya traído a su joven mujer encinta. El pesebre, comedero del ganado, estaba sin duda instalado en una pared del pobre albergue, y éste se hallaba tan lleno que no pudieron encontrar lugar mejor para recostar al niño. Una piadosa leyenda ha dotado a este pesebre de dos animales, ver Ha 3,2+; Is 1,3.

=>2:11 Se trata, pues, del Mesías esperado, pero será «Señor»: título que el AT reservaba celosamente a Dios. Va a comenzar una nueva era. Ver Lc 1,43+.

=>2:14 La traducción corriente: «paz a los hombres de buena voluntad», basada en la Vulg. , no traduce el sentido usual del término griego. -Otra lectura menos segura: «paz en la tierra y entre los hombres benevolencia divina».

=>2:20 Tema predilecto de Lucas: Lc 1,64; Lc 2,28; Lc 2,38; Lc 5,25-26; Lc 7,16; Lc 13,13; Lc 17,15, Lc 17,18; Lc 18,43; Lc 19,37; Lc 23,47; Lc 24,53. Ver Hch 2,47+.

=>2:22 La purificación sólo obligaba a la madre; pero había que rescatar al hijo. Lucas observa cuidadosamente que tanto los padres de Jesús, como los de Juan, cumplieron todas las prescripciones de la Ley. La presentación del niño en el santuario no era obligatoria, pero estaba permitida, Nm 18,15, y al parecer la gente piadosa lo estimaba conveniente, ver 1S 1,24-28. Lucas centra su relato, en este primer acto cultual de Jesús, en la Ciudad santa, a la que atribuye gran importancia como lugar del acontecimiento pascual y punto de partida de la misión cristiana. Ver Lc 2,38+; Hch 1,4+.

=>2:24 Era la ofrenda de los pobres.

=>2:26 «El Cristo del Señor» es aquel que el Señor ha ungido, ver Ex 30,22+, es decir, consagrado para una misión de salvación, como el rey de Israel, un príncipe elegido por Yahvé y, finalmente y de un modo eminente, el Mesías que instaurará el reino de Dios.

=>2:29 A diferencia de los cánticos precedentes, éste parece haber sido compuesto por Lucas mismo, en especial valiéndose de textos de Isaías. Después de un primer trístico que se refiere a Simeón y a su próxima muerte, otro define la salvación universal traída por el Mesías Jesús: una iluminación del mundo gentil que, salida del pueblo elegido, concluirá en gloria de este mismo pueblo.

=>2:34 La misión de luz en el mundo gentil irá acompañada, con respecto a Jesús, de hostilidad y persecuciones por parte de su propio pueblo. Ver Mt 2,1+.

=>2:35 Verdadera Hija de Sión, María llevará en su propia vida el destino doloroso de su pueblo. Con su Hijo, se hallará en el centro de esa contradicción donde los corazones deberán manifestarse en pro o en contra de Jesús. El símbolo de la espada puede inspirarse en Ez 14,17, o según otros en Za 12,10.

=>2:36 Mujer consagrada a Dios e intérprete de sus designios. Ver Ex 15,20; Jc 4,4; 2R 22,14.

=>2:38 La liberación mesiánica del pueblo elegido, Lc 1,68; Lc 24,21, interesaba ante todo a la capital, ver Is 40,2; Is 52,9 (y ver 2S 5,9+). Jerusalén es para Lucas el centro predestinado para la obra de la salvación, Lc 9,31, Lc 9,51, Lc 9,53; Lc 13,22, Lc 13,23; Lc 17,11; Lc 18,31; Lc 19,11; Lc 24,47-49, Lc 24,52; Hch 1,8+.

=>2:46 Jesús «encontrado» «al cabo de tres días» «en la casa de su Padre», tres rasgos que prefiguran el acontecimiento de la Pascua.

=>2:49 Otros traducen: «en las cosas de mi Padre». En cualquier caso, Jesús afirma, delante de José, v. Lc 2,48, que tiene a Dios por Padre, ver Lc 10,22; Lc 22,29; Jn 20,17, y vindica para con él relaciones que son superiores a las de la familia humana, ver Jn 2,4. Primera manifestación de su conciencia de ser «el Hijo», ver Mt 4,3+.

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