14,
1:
Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando.
14,
7:
Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola:
14,
8:
"Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú,
14,
9:
y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: "Deja el sitio a éste", y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto.
14,
10:
Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa.
14,
11:
Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado."
14,
12:
Dijo también al que le había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa.
14,
13:
Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos;
14,
14:
y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos."