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El Testigo Fiel
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«Mira que estoy a la puerta y llamo,
si alguno oye mi voz y me abre la puerta,
entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo...»
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Oración: Lecturas de la misa
Domingo 23 de septiembre: Año litúrgico 2017 ~ 2018

Tiempo Ordinario ~ Ciclo B ~ Año Par
Hoy celebramos:
XXV Domingo del Tiempo Ordinario, solemnidad
Sb 2,12.17-20: Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Sal 53,3-4.5.6.8: El Señor sostiene mi vida.
St 3,16-4,3: Los que procuran la paz están sembrando paz, y su fruto es la justicia.
Mc 9,30-37: El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos.
Hay videos para complementar la lectura: ver el video 1
Traducción de las lecturas de Misa: oficial CEE (España) - escoger Alonso Schökel y eq.
Independientemente de la traducción escogida, si la referencia de la lectura aparece en rojo, el texto está en la traducción del P. Alonso Schökel, que es la única que está completa en la base de datos.
Sb 2,12.17-20: Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Se dijeron los impíos:
«Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones,nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida.
Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él.»
Sal 53,3-4.5.6.8: El Señor sostiene mi vida.
Oh Dios, sálvame por tu nombre,
sal por mí con tu poder.
Oh Dios, escucha mi súplica,
atiende a mis palabras.

Porque unos insolentes se alzan contra mí,
y hombres violentos me persiguen a muerte,
sin tener presente a Dios.

Pero Dios es mi auxilio,
el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
dando gracias a tu nombre, que es bueno.
St 3,16-4,3: Los que procuran la paz están sembrando paz, y su fruto es la justicia.
Queridos hermanos:
Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda cla­se de males.
La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, ade­más, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de miseri­cordia y buenas obras, constante, sincera.
Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vo­sotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra.
No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pe­dís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones.
Mc 9,30-37: El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía:
«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará».
Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó:
«¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
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