El Papa Francisco ha constatado la avanzada concepción de la idea de dignidad humana que promovió la reina Isabel la Católica al destacarla en una carta como baluarte los «derechos humanos» de los amerindios. En la misiva, publicada por el Vaticano y remitida a la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos y de lengua portuguesa, inaugurada por el rey Felipe VI de España, el Pontífice condena los abusos cometidos por los miembros de las primeras expediciones de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales. En concreto se refiere a la esclavitud como una «violación masiva de los derechos humanos» sobre todo con una lectura desde los estándares actuales.
Además, elogia la reacción de la Corona española —a cuyo servicio estaba el navegante genovés— a la práctica de la esclavitud en el Nuevo Mundo. El Papa se refiere así a las instrucciones que la reina Isabel y su esposo Fernando II de Aragón dieron a Cristóbal Colón, pidiéndole ya en 1493 que prohibiera el reparto de población indígena entre los colonos, que se preocupara de su conversión al catolicismo y que se les diera también un trato justo.
Francisco ve en esas disposiciones «el germen de nuestras modernas declaraciones de derechos humanos». De hecho, el Pontífice ha considerado que las acciones de la reina estuvieron guiadas por su fe, porque «sabía que tenía que dar cuenta de sus actos a Dios».
Paso de gigante
El Papa asegura que la reina Isabel «como autoridad política» y como «conciencia moral» se levantó en defensa de la dignidad humana y fue capaz de «soluciones valientes, innovadoras y firmes» al adoptar una medida reparadora, «liberando a los esclavos incluso a costa de su propio dinero». También abordando una reforma institucional y «prohibiendo la esclavitud y reivindicando los derechos fundamentales de los perjudicados de forma proactiva e integral».
Para el Pontífice, la reina Isabel la Católica dio así «un paso de gigante» en las relaciones entre las poblaciones indígenas y europeas y «ofreció todo lo que pudo desde su posición a los nuevos pueblos que conoció». Finalmente ha elogiado su espíritu «noble»
Por otro lado, el Papa ha recordado que «la historia no da marcha atrás» y que, por tanto, hay que «construir sobre estas situaciones». En su carta, el Santo Padre también ha afirmado que quiere «extraer lecciones del pasado» para encontrar «respuestas coherentes y significativas a los desafíos actuales».
Texto completo de la carta del Papa