«No es bueno estar solo: la soledad no deseada es uno de los males que aflige nuestra sociedad. No es bueno dividir aquello que Dios ha esforzado por unir». Así ha empezado la homilía el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en la Eucaristía que ha presidido en la parroquia Nuestra Señora del Pilar con motivo del V Domingo por la Comunión.
Bajo el lema «Un solo corazón», gracias a la iniciativa de la Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial, el arzobispo de Madrid ha recordado que este domingo «ponemos delante de todo algo precioso que, como Iglesia, anunciamos en cada Pascua: el gozo y la realidad de poder vivir la comunión». Un gozo «complejo» de vivir en «medio de la diversidad en la que vivimos».
A través de su mensaje, el cardenal Cobo ha recordado que la Iglesia es testigo de la comunión y que la diversidad en su seno es un don que enriquece esa unidad. «La comunión, lejos de uniformar, armoniza la pluralidad», ha señalado en referencia a la belleza que aporta la diversidad dentro de la Iglesia.
«Somos personas con vocación a la comunión, al encuentro y a la relación», ha continuado el arzobispo de Madrid en su homilía, «mientras los fariseos se empeñan en dividir, Jesús les hace mirar en otra dimensión, se sitúa en otro horizonte y elige la apuesta total de la vida».
Recordando el lema de esta jornada, «Un solo corazón», el cardenal José Cobo ha pedido que con un solo corazón vivan la diócesis y sus parroquias: «Cada corazón con un solo corazón grande y fraterno. Hoy presentamos la llamada y el sueño de Dios a no separar lo que Él ha unido».
«Se trata de ponernos una vez más a la escucha del Espíritu para que nos saque de nuestras particularidades y nuestros grupos, para dejar que nos reúna en torno a una misión que tenemos en común, que es más grande que nuestros carismas o dones particulares: la comunión que armoniza la unidad de la Iglesia haciéndonos sonar a todos armónicamente. Frente a las heridas de las divisiones estamos llamados a dar un testimonio de vida en nuestro mundo».
La comunión es «un don que se nos regala»
Pero vivir la comunión no es solo fruto de nuestro esfuerzo y voluntad, sino, según el cardenal José Cobo, «un don que se nos regala y que pide ser acogido en unidad y en obediencia al Espíritu Santo. Vivir la comunión es aprender diariamente el amor mutuo y descubrir la presencia de Jesús entre todos».
El cardenal José Cobo ha invitado a participar en la Vigilia de Oración por la Paz que se celebrará este lunes 7 de octubre, a las 19:30 h en la catedral de la Almudena, en respuesta a la llamada urgente del papa Francisco: «Ante la guerra, pedimos paz, pero también nos sentimos ungidos y pedimos a todas las instituciones religiosas para que una vez más podamos compartir nuestras instalaciones con las personas que se desplazan por las guerras».
Antes de terminar su homilía, el arzobispo de Madrid ha hecho un llamamiento a todos los fieles a pedir el don de la comunión, que transita por la caridad, el diálogo y el servicio: «Que lo que Dios ha unido no lo separemos».