La niña sufre una grave enfermedad degenerativa y se alimenta a través de una sonda directa a su estómago (gastrostomía). Sin embargo, a pedido de los padres, recientemente se decidió dejar de alimentarla y darle tan sólo una “mínima hidratación” para terminar con su vida y “no alargar su sufrimiento”.
Según ha explicado a ACI Prensa Polonia Castellanos, presidenta de la asociación de Abogados Cristianos, “la gastrostomía es un procedimiento ordinario y bastante común, muchas personas mayores tienen y con una gastrostomía se puede vivir muchos años”.
Sin embargo los jueces han aceptado retirar la sonda que alimenta directamente a la niña al estómago, por lo que moriría de hambre y sed.
Según ha explicado la presidenta de Abogados Cristianos, este tipo de alimentación artificial “no es encarnizamiento terapéutico ni es un esfuerzo desmesurado, sino que es una práctica que se da con relativa frecuencia”. “No me parece que una muerte digna, como dicen los padres, sea acabar con la vida de una niña matándola de hambre y sed, quitándole la alimentación artificial”, señaló.
Castellanos ha asegurado que comprende el desgaste físico y psicológico de la familia ante la enfermedad tan grave y prolongada de su hija, pero ha explicado a ACI Prensa que “existen otras alternativas como ceder la tutela del menor”.
“Es algo que pasa todos los días. Se ceden tutelas de menores a organismos, a Comunidades Autónomas o a ONGs, porque los padres no pueden, ya sea porque tienen una grave enfermedad, por temas económicos o por mil razones”, ha asegurado, “pero acabar con la vida de una menor, no es una opción”.
En ese sentido ha recordado que tanto los médicos como la anterior consejera de sanidad estaban a favor de seguir alimentando a la niña e incluso adujeron que había habido una cierta mejoría, ya que Andrea no necesitaba respiración artificial y tan sólo se le administraban ocasionalmente algunos fármacos para el dolor.
“Es una niña que no necesita de encarnizamiento terapéutico ni esfuerzos extraordinarios para seguir viviendo, por lo que entiendo que los médicos han sido presionados para que a través de este caso, que puede considerarse límite y que además es especialmente sensible al tratarse de una niña, se abra una vía para meter la eutanasia y legalizarla”, ha declarado a ACI Prensa.
Castellanos también advierte del peligro de que a través de este caso “se mida por el mismo rasero a todas las personas que tienen una gastrostomía, porque se puede dar carta blanca para acabar con la vida de todas las personas que tienen alimentación artificial”.
“La eutanasia es un negocio, igual que el aborto. En Suiza practicar la eutanasia puede suponer hasta 10 mil euros. Hay muchos intereses, se mueve mucho dinero”, ha declarado.
Para evitar que se le retire la alimentación a Andrea, puede ingresar a https://www.change.org/p/urgente-no-provoque-la-muerte-de-andrea-por-hambre-y-sed-todossomosandrea?recruiter=145751750&utm_source=share_petition&utm_medium=email&utm