AGASAKI, 11 Ago. 05 (ACI).- Una imagen de madera de la Virgen María es considerada en la ciudad de Nagasaki un símbolo de paz y un emblema de la lucha antinuclear en el mundo.
Para que los fieles puedan venerarla, se ha inaugurado recientemente una capilla en la Catedral de Urakami en la ciudad.
Según informó la agencia EFE, la capilla se abrió al público al conmemorarse el 60º aniversario de las bombas atómicas que cayeron en Hiroshima y Nagasaki en 1945 y que dieron fin a la Segunda Guerra Mundial.
Originalmente, la Catedral de Urakami, estaba a medio kilómetro del lugar donde estalló la bomba atómica, por lo que resultó arrasada hasta los cimientos. Dentro de la Catedral había una imagen en madera de la Virgen María que había sido tallada originalmente en Italia con el modelo de la Inmaculada Concepción de Murillo y que había sido regalada en 1920.
La estatua de madera ocupaba la parte central del altar de la catedral y por ello se quemó en el lado derecho, lado que daba hacia la zona donde la bomba explotó. Lo que quedó de la imagen fue solamente el busto, que con el tiempo llegó a ser conocido como la ?Virgen Bombardeada?. Cuando fue hallado, el rostro de la Virgen parecía fatalmente dañado, con las cuencas de los ojos vacías, carbonizadas las mejillas y los cabellos, y con una brecha en el lado izquierdo de la cara que, según los creyentes, da la impresión de ser lágrimas de la Madre de Dios.
"María Bombardeada fue hallada en circunstancias insólitas, con la catedral reducida a cenizas, lo que es suficiente para pensar en un milagro. Y su apariencia tan dolorosa parece mostrar que la Virgen carga con todo el sufrimiento de las víctimas", indicó el Padre Isamu Hiranu y añadió que ?muchos supervivientes del bombardeo atómico piensan que esta tragedia fue voluntad de Dios y que las vidas de todas sus víctimas fueron entregadas para impedir que hubiera más sacrificios sin sentido?.
La capilla de la Virgen de Urakami, como también se le conoce a la imagen de madera de la Virgen María, ha sido reconstruida mediante fotografías y recuerdos de los sobrevivientes, pero a una menor escala que la original. También se han colocado planchas de madera en las paredes con los nombres de los feligreses víctimas del ataque nuclear. Según Hiranu, a partir de ahora, ?esta capilla será un lugar para rezar por la paz mundial y el reposo de las víctimas?.
"Este busto es un símbolo que transmite al mundo la importancia de la fe y la necesidad de paz en el mundo, pero también muestra todo el horror de la bomba atómica", señaló el presbítero.
La idea de elegir esta figura religiosa como un emblema de paz y de la necesidad de eliminar todas las armas nucleares del planeta se ha plasmado en un movimiento ciudadano que pretende registrar la "María Bombardeada" como patrimonio mundial en la UNESCO.
Unas 74 mil personas murieron inmediatamente con la bomba nuclear de 1945 y otras 63 mil morirían luego por las radiaciones.