UBLIN, 28 Sep. 05 (ACI).- Los obispos católicos de Irlanda del Norte recibieron con beneplácito la noticia de la deposición de las armas del IRA, movimiento que concluyó su desarme total.
?Esto representa una medida de confianza bastante grande a favor de una sociedad pacífica en Irlanda del Norte. El anuncio de hoy es una reivindicación de los esfuerzos realizados por todos aquellos que han, a lo largo de los años, trabajado valerosamente para reemplazar la violencia por el diálogo?, afirmaron.
Los prelados se reunieron en Maynooth y desde ahí hicieron ?un llamado a los otros grupos paramilitares para que también se comprometan a lograr la paz mediante medios pacíficos?.
Los obispos felicitaron a la Comisión encargada de monitorear el desarme, en particular a los dos testigos de la deposición de las armas: El Padre Alex Reid y Harold Good, quienes expresaron su ?compromiso a través de los años para resolver este conflicto de nuestra sociedad?.
Por su parte, el General John de Chastelain, jefe de la comisión encargada de supervisar el desarme, anunció que el IRA depuso la totalidad de las armas que tiene en su poder. ?Hemos observado y verificado los eventos para eliminar las armas (del IRA). Creemos que el IRA ha dejado todas las armas que tenía en su poder?. Según el General, se ha hecho un inventario de las mismas, entre las que se encuentra rifles, pistolas, explosivos, sustancias, etc.
El anuncio de los obispos irlandeses viene luego de que, el 28 de julio de este año, el IRA anunciara oficialmente la deposición de sus armas. La Armada Republicana Irlandesa (IRA) se fundó en 1916. Con el establecimiento del estado libre irlandés en 1922, este grupo se convirtió en un fuerte opositor del gobierno y en una fuerza que buscaba la separación de Irlanda del Norte.
Luego de años de enfrentamiento, el proceso de paz se inicia en 1994 cuando el IRA declara un cese de hostilidades y se inician una serie de conversaciones en 1995. En 1997 se declara una nueva tregua y se firma el acuerdo de Viernes Santo en abril de 1998, que pone fin a los enfrentamientos armados entre católicos y protestantes.