ATICANO, 28 Oct. 05 (ACI).- En su mensaje con ocasión de la próxima Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado a celebrarse el 15 de enero de 2006, el Papa Benedicto XVI destacó la ?feminización? del fenómeno migratorio y abogó por un trato justo a la mujer emigrante así como el ?respeto a su feminidad? y el ?reconocimiento de sus derechos iguales?.
"Con respecto a los que emigran por motivos económicos, cabe destacar el reciente hecho de la ?feminización? del fenómeno, es decir, la creciente presencia en él de la mujer?, apuntó el Santo Padre en su mensaje por la 92º edición de la Jornada cuyo tema es "Migraciones: signo de los tiempos".
El Papa señaló que la emigración femenina ?tiende a ser cada vez más autónoma?, es decir, la mujer busca por sí misma posibilidades de empleo en el país de destino, constituyéndose en muchas ocasiones en ?la principal fuente de ingresos para su familia?.
Tras constatar que ?la presencia femenina se da sobre todo en los sectores que ofrecen salarios bajos?, y que suelen dedicarse a los quehaceres domésticos, la asistencia a los ancianos, la atención a los enfermos y los servicios hoteleros, el Santo Padre recordó que ?en estos campos los cristianos están llamados a manifestar su compromiso en favor del trato justo a la mujer emigrante, del respeto a su feminidad y del reconocimiento de sus derechos iguales".
Asimismo, el Pontífice mostró su preocupación por la explotación en el trabajo, ?y a veces incluso en la industria del sexo", que sufren las mujeres por problemas económicos tras emigrar a nuevos países. En ese sentido, Benedicto XVI hizo suya la condena de Juan Pablo II contra "la difundida cultura hedonista y comercial que promueve la explotación sistemática de la sexualidad" y subrayó que ?aquí se halla todo un programa de redención y liberación, del que los cristianos no pueden desentenderse".
Asilados, refugiados y estudiantes extranjeros :
Sobre los que piden asilo y los refugiados, el Santo Padre destacó que "en general se suele afrontar el problema constituido por su ingreso, sin interrogarse también acerca de las razones que los han impulsado a huir de su país de origen?.
?Esperanza, valentía, amor y también ?creatividad de la caridad? deben impulsar el necesario compromiso, humano y cristiano, para socorrer a estos hermanos y hermanas en sus sufrimientos. Sus Iglesias de origen deben manifestarles su solicitud con el envío de agentes pastorales de su misma lengua y cultura, en diálogo de caridad con las Iglesias particulares de acogida", apuntó el Pontífice.
Por último, pidió prestar atención al ?fenómeno de los estudiantes extranjeros", que "especialmente en Europa, registra un aumento constante, con los consiguientes problemas, también pastorales, que la Iglesia no puede descuidar?.
?Esto vale de modo especial para los estudiantes procedentes de los Países en vías de desarrollo, para los cuales la experiencia universitaria puede constituir una ocasión extraordinaria de enriquecimiento espiritual", concluyó.
El mensaje fue presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede por el Cardenal Stephen Fumio Hamao, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y el Arzobispo Agostino Marchetto, Secretario del mismo dicasterio.
El Cardenal Hamao afirmó que en el mensaje, el Papa emplea la expresión "signo de los tiempos" para referirse al fenómeno de la emigración, un término usado en el Concilio Vaticano II.
Según el Purpurado, el Papa "en continuidad conciliar, invita a leer el fenómeno de las migraciones en clave positiva, como una oportunidad, como un desafío".
Del mensaje papal se extrae la convicción de que "hombres y mujeres emigrantes son un recurso precioso para el desarrollo de toda la humanidad, gracias a las capacidades, humano-espirituales y culturales de cada uno, sin por eso desconocer el coste humano de la experiencia migratoria y sus múltiples incidencias sociales, económicas y políticas", agregó.