ong Kong , 14/02/06 (Agencia Fides) - "La Iglesia de Hong Kong necesita el testimonio de la vida consagrada, que nos hace reflexionar sobre el sentido de la vida". Son palabras pronunciadas por Su Exc. Mons. Joseph Zen, Obispo de Hong Kong, durante la celebración de la "Jornada de la Vida Consagrada", que se celebró el pasado domingo en la Catedral.
Según el Kong Ko Bao (boletín diocesano en versión china) más de 900 religiosos y religiosas, que trabajan desde hace años en el territorio, celebraron la Jornada renovando sus votos de pobreza, obediencia y castidad ante el Obispo. Muchos religiosos compartieron su experiencia de vida consagrada, sobre todo en los momentos en que se han encontrado en dificultad.
Pero "el Espíritu Santo nos ha iluminado", han dicho. Muchos fieles han manifestado que miran a los religiosos como testimonios preciosos y como puntos de referencia en el camino de fe. "Espero que los no cristianos puedan reflexionar sobre el sentido de la vida gracias al testimonio de las personas que han elegido la vida consagrada", dijo Mons. Zen. "Esta gran metrópoli necesita el testimonio de la Resurrección, necesita signos que estimulen a la gente a considerar el sentido de la vida."
Los religiosos siempre han dado una gran contribución a la vida de la Iglesia local, pero también a la vida de la sociedad, especialmente en el campo de la instrucción, de la asistencia, y ayudando al crecimiento de los jóvenes.
Según el anuario de la Iglesia de Hong Kong, en la diócesis hay 18 ordenes masculinas (entre las que se encuentran Jesuitas, Franciscanos, Verbitas, Misiones Extranjeras de París, PIME, Salesianos, y otros) 27 órdenes femeninas como Canosianas, Misioneras Franciscanas de Maria, Salesianas.