BOGOTÁ, 28 Mar. 08 / (ACI).- El Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Mons. Luis Augusto Castro, declaró que fuentes confiables le informaron que el estado de salud de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt es "extremadamente grave"; y solicitó a las FARC que tengan un "gesto de gentileza" y la liberen a ella junto a los demás secuestrados.
En declaraciones a Caracol Radio, el Prelado pidió a uno de los jefes de las FARC, Joaquín Gómez, para que muestre sensibilidad y libere a Ingrid Betancourt, dado su delicado estado de salud. "Joaquín Gómez siempre ha sido muy sensible a lo que se le pedía, en este momento le pido que esa gentileza que demostró en tantas ocasiones, la tenga hacia Ingrid y hacia todos los secuestrados", dijo el también Arzobispo de Tunja.
Por su parte, el Padre Darío Echeverry, integrante de la Comisión Nacional de Conciliación, dijo que las FARC no pueden dejar morir a Ingrid Betancourt, ni a los demás secuestrados. "Que las FARC se apoyen en cualquier obispo. No dejemos morir a Ingrid. Quisiera llegarle al oído, queremos llegar para colaborar", explicó. "Indudablemente esto puede abrir la posibilidad del acuerdo humanitario", precisó.
De otro lado, el sacerdote Manuel Mancera, párroco del corregimiento La Libertad, en el Guaviare, dijo a la misma emisora colombiana que "Ingrid perdió las ganas de vivir", de acuerdo a testimonios de campesinos que se le han acercado y han podido verla.
"Ella no quiere hablar con nadie, no quiere seguir comiendo, llora mucho, no quiere saber nada de este mundo, está muy demacrada", sostuvo el P. Mancera.
Este sacerdote relató que al parecer el domingo pasado, un campesino le tocó la mano a Betancourt, y aseguró que ella solamente quiere descansar, estar un momento a solas. "El campesino le dijo que tranquila, que se animara, pero ella está en un último estado de depresión, la enfermedad ya no le hace mella, la ven totalmente desanimada, va a decir una palabra y solamente llora", contó el presbítero.
La Iglesia en Colombia no cesa en su llamado a la paz y no deja de ofrecerse como mediadora para lograr el acuerdo humanitario que lleve a la liberación de los más de tres mil secuestrados que tienen las FARC.