Partes de esta serie: Obispos rechazan proyecto que afectaría la unidad de España ·
Salmo 56 (55) ADRID, 07 Ene. 05 (ACI).- Mediante una nota de prensa publicada este viernes, la Conferencia Episcopal Española rechazó un proyecto de ley que concedería al País Vasco una autonomía reñida con la unidad española.
En el comunicado, los obispos recuerdan lo ya afirmado en su ?Instrucción Pastoral Valoración moral del terrorismo en España?; y señalan que ?las naciones, en cuanto ámbitos culturales del desarrollo de las personas, están dotadas de una ?soberanía? espiritual propia y, por tanto, no se les puede impedir el ejercicio y cultivo de los valores que conforman su identidad?
Sin embargo, los obispos destacan que las naciones, ?aisladamente consideradas, no gozan de un derecho absoluto a decidir sobre su propio destino. Esta concepción significaría, en el caso de las personas, un individualismo insolidario?.
?La Doctrina Social de la Iglesia ?destacan- reconoce un derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no en el de una secesión?.
En consecuencia, La CEE concluye que ?no es moral cualquier modo de propugnar la independencia de cualquier grupo y la creación de un nuevo Estado, y en esto la Iglesia siente la obligación de pronunciarse ante los fieles cristianos y los hombres de buena voluntad?.
Según los obispos, ?cuando la voluntad de independencia se convierte en principio absoluto de la acción política y es impuesta a toda costa y por cualquier medio, es equiparable a una idolatría de la propia nación que pervierte gravemente el orden moral y la vida social?.
Y advierten que la opción nacionalista ?como cualquier opción política, no puede ser absoluta. Para ser legítima debe mantenerse en los límites de la moral y de la justicia, y debe evitar un doble peligro: el primero, considerarse a sí misma como la única forma coherente de proponer el amor a la nación; el segundo, defender los propios valores nacionales excluyendo y menospreciando los de otras realidades nacionales o estatales?.
Nación no es estado
La CEE advierte también que la pretensión de que a toda nación, por el hecho de serlo, le corresponda el derecho de constituirse en Estado, ?ignorando las múltiples relaciones históricamente establecidas entre los pueblos y sometiendo los derechos de las personas a proyectos nacionales o estatales impuestos de una u otra manera por la fuerza, dan lugar a un nacionalismo totalitario, que es incompatible con la doctrina católica?.
Los obispos recuerdan, en efecto, que a diferencia de la nación, ?el Estado es una realidad primariamente política; pero puede coincidir con una sola nación o bien albergar en su seno varias naciones o entidades nacionales. La configuración propia de cada Estado es normalmente fruto de largos y complejos procesos históricos. Estos procesos no pueden ser ignorados ni, menos aún, distorsionados o falsificados al servicio de intereses particulares.
?España -recuerdan los obispos- es fruto de uno de estos complejos procesos históricos. Poner en peligro la convivencia de los españoles, negando unilateralmente la soberanía de España, sin valorar las graves consecuencias que esta negación podría acarrear, no sería prudente ni moralmente aceptable?.
?Pretender unilateralmente alterar este ordenamiento jurídico en función de una determinada voluntad de poder, local o de cualquier otro tipo, es inadmisible. Es necesario respetar y tutelar el bien común de una sociedad pluricentenaria?, concluye la CEE.
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Salmo 56 (55)