WASHINGTON D.C., 02 Sep. 09 / - (ACI) La polémica reforma sanitaria impulsada por el Presidente Barack Obama ha encontrado una férrea oposición entre políticos y ciudadanos, que se resisten a financiar con sus impuestos la práctica del aborto y la eventual eutanasia de ancianos norteamericanos. Para un destacado experto, la administración Obama aún no digiere este revés y lejos de escuchar los reclamos, los minimiza sin argumentos.
Según Steve Mosher, presidente del Population Research Institute (PRI), a pesar de que el llamado "Obamacare", Programa de Asistencia Médica de Obama, está entrampado en el Congreso y la resistencia ciudadana es notable, tanto el mandatario como "sus voceros continúan burlándose de las fundadas preocupaciones del movimiento pro-vida sobre el financiamiento del aborto y de las visitas ‘médicas’ para analizar el ‘término de la vida’ de los ancianos norteamericanos".
Mosher sostiene que "mediante la movilización de las bases, casi de la noche a la mañana, el movimiento pro-vida y otros grupos de base" han "demostrado al gobierno que al pueblo norteamericano aún le interesan profundamente los temas relacionados al derecho a la vida".
"Los resultados ya son evidentes. Este proyecto de ley que se habría aprobado en el Congreso y aterrizado a tiempo en el escritorio del Presidente, se ha convertido en un lastre político. Todos nosotros hemos convertido el Obamacare en un problema político", indica.
"Los defensores del Obamacare han continuado culpando a enemigos verdaderos e imaginarios, incluyendo a las compañías de seguro, demócratas conservadores, conspiradores republicanos clandestinos y más que todo, a los medios de comunicación. En realidad, han hecho todo excepto enfrentar directamente los argumentos en contra del Obamacare", agrega.
"Con sus continuos cambios y demoras, la administración parece olvidar que el proyecto de asistencia médica está disponible en Internet. Los miembros del movimiento pro-vida lo hemos leído y no nos gusta. Tenemos verdaderas interrogantes y necesitamos respuestas reales. Ya basta de evasiones y secretos", afirma.
Para Mosher, "Obama necesita abandonar este proyecto de ley tanto como dejar sus malos hábitos. Lo debería hacer si le da algún valor a la asistencia médica que respeta la santidad de la vida o incluso solamente porque le importa su carrera política. Tal vez lo haga como resultado del sólido y continuo esfuerzo realizado por numerosos grupos pro-vida".