MADRID, 13 Oct. 09 / (ACI) Las autoridades de Zaragoza confirmaron que la de ayer fue la mayor multitud de peregrinos que llegó a visitar a la Virgen del Pilar con ocasión de su fiesta. Se estima que unos 450 mil devotos desfilaron durante once horas ante la venerada imagen de la "Pilarica".
El diario La Razón recogió el testimonio del consejero de Cultura e Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco. "La tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar fue la más larga y multitudinaria de la historia: se prolongó durante once horas, desde las siete y media de la mañana a las seis y media de la tarde, y congregó a 300.000 oferentes, que subieron al monumento a entregar sus ramos de flores, y a 150.000 acompañantes", informa el diario.
Según La Razón, "el buen tiempo y el puente de cuatro días animaron a que se acercaran visitantes y devotos de toda España. También depositaron sus flores grupos de inmigrantes de diversos países ataviados con trajes nacionales africanos, hispanoamericanos e incluso kimonos japoneses".
"Desfilaron más de 400 grupos organizados y una muchedumbre de más de 25.000 personas por hora, que depositaron más de siete millones de flores a los pies de la patrona de la Hispanidad. Ayer incluso llovían flores del cielo: el Real Aeroclub Zaragoza realizó una ofrenda arrojando flores sin tallos desde dos avionetas. También aviones F-18 del Ejército español sobrevolaron la plaza del Pilar, una vez acabado el desfile de las Fuerzas Armadas, tras recorrer en 20 minutos la distancia desde Madrid".
La comitiva participó en la misa pontifical que se celebró en la Basílica del Pilar, presidida por el Cardenal Nicolás de Jesús López, Arzobispo de Santo Domingo y Primado de América.
La talla de la Virgen del Pilar está hecha en madera dorada y mide 38 centímetros de altura. Descansa sobre una columna de jaspe, resguardada por un forro de bronce y plata y cubierta por un manto hasta los pies de la imagen que presenta a María coronada y con túnica y manto, contemplando a Jesús niño que agarra el manto de su madre con la mano derecha y un ave con la izquierda.