SANTIAGO, 12 Oct. 10 / (ACI)
Al llegar al desierto de Atacama en donde se ubica la mina de San José, el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, solicitó que las campanas de todas las iglesias del país suenen tras el rescate del primer minero de los 33 que permanecen aún a 700 metros de profundidad.
Según señala la nota de RPP, así lo indicó el mandatario quien llegó hasta el lugar para encabezar el operativo de rescate para sacar de la mina a los 33 mineros que están en ese lugar desde el 5 de agosto.
Asimismo, indica la nota, cada vez que un obrero esté por salir a la superficie, una sirena dará la señal de alerta. El presidente ha señalado que se espera que por lo menos un minero sea rescatado este martes.
A su llegada a la mina, Piñera, que estaba acompañado de su esposa, Cecilia Morel, se reunió con el ministro de Minería, Laurence Golborne, y con el jefe del equipo de rescate, el ingeniero André Sougarret, quienes le pusieron al corriente de los preparativos. Por su parte, el municipio de Copiapó declarará hijos ilustres" a cada unos de los 33 mineros.
Según informa Radio Universidad de Chile, Sebastián Piñera señaló que “hoy día estamos llegando al fin de esta larga historia” y recordó los momentos desde que sufrieron el accidente que los dejó bajo tierra, los primeros 17 días de incertidumbre y el mensaje recibido el 22 de agosto cuando se confirmaba que estaban vivos, hasta hoy, cuando se espera que salgan a la superficie. Piñera dijo que esta “esta voluntad, esta fuerza es la que ha hecho posible” el rescate, pero enfatizó que fue también gracias a “la ayuda de Dios”.
“Siento una profunda emoción, la misma que sienten todos los chilenos, pero también siento una enorme alegría”, dijo y destacó que “los chilenos cumplimos” y que espera que “saquemos lecciones” de esta experiencia.
“Al igual que los mineros que van a salir hoy día no son los mismos, los 17 millones de chilenos que los vamos a acoger hoy día no somos los mismos, hemos aprendido la fuerza de la unidad, de la esperanza, del compañerismo”, agregó.
La Iglesia en Chile ha lanzado una cruzada de oración por el exitoso rescate de estos hombres, alentando a los sacerdotes y fieles a organizar oraciones comunitarias, vigilias y Eucaristía encomendando a Dios todos los trabajos que se realizan.