ACI Prensa: ¿Usted se considera amigo del Papa Benedicto XVI?
Peter Seewald: Debo decir que no tenemos una amistad. Yo soy periodista y desde antes que Joseph Ratzinger fuera Papa hemos coincidido en diferentes lugares y por su edad, él podría ser mi padre. Lo conocí como periodista cuando en mi redacción me encargaron la tarea de escribir su semblanza y haciéndola me encontré frente a su trabajo, sus escritos y su actuación.
Realmente quedé sorprendido al descubrir que el Cardenal Joseph Ratzinger no fuera como aquel retrato que me habían mostrado y que tenía de él, sino que más bien es una persona que puede analizar muy bien la sociedad, que conoce muy bien la situación y que tiene una gran capacidad de análisis.
¿Cuánto cree conocerlo?
Lo conozco de los diversos encuentros que hemos sostenido por mi trabajo. Además de la semblanza que hice de él, hemos coincidido varias veces por las entrevistas que le he hecho para los libros anteriores y por las ocasiones en que por mi trabajo nos hemos encontrado en diferentes partes del mundo.
Creo ahora tener la capacidad de decir, basándome en lo que he presenciado como periodista y haber visto lo que hace y lo que dice, que es un hombre que piensa, dice lo que piensa y además hace lo que dice; no dice las cosas externamente, sino que es un hombre auténtico, fiel a su personalidad.
¿Cuáles son los conceptos erróneos más frecuentes de la prensa internacional sobre este Papa?
El primer concepto erróneo está en la idea que se tiene de Joseph Ratzinger como un Papa conservador, duro, demasiado recto, un hombre al que le gusta el poder. Ninguna de estas caracterizaciones coincide realmente con la personalidad de Joseph Ratzinger, un hombre que es, si se puede decir, una de las mentes más grandes de la Iglesia Católica; alguien de mucho corazón, y -tiene que ser así- un luchador por naturaleza, que se mantiene de pie ante una tormenta, alguien que no tiene miedo.
Creo es importante decir que una de sus metas es compartir el Evangelio. Es alguien que no se queda en el pasado ni donde está; es alguien que está muy presente en nuestra época, conoce el desarrollo, siempre está muy bien informado, observa muy bien desde la Iglesia, conoce todos estos cambios en la sociedad y siempre se preocupa por los cambios de la modernidad. Basándose en el Evangelio, los Padres de la Iglesia, las tradiciones, siempre intenta ver las cosas de una manera crítica, se pregunta por ellas para poder entenderlas, especialmente en el marco de los nuevos tiempos.
Joseph Ratzinger no es ningún reaccionario, siempre lo he visto como un hombre muy moderno, alguien a quien siempre se puede llegar, que promueve y busca el diálogo, que siempre está preocupado por entender otras formas de pensar: a los agnósticos, a los ateos, entre otras tendencias; es alguien que se interesa por conocerlos bien y entenderlos como parte de nuestra base intelectual y como parte del pensamiento.
Si me piden que describa ampliamente a Joseph Ratzinger, debo decir que es un hombre correcto, y de lejos una de las personalidades más grandes de nuestro tiempo. Creo que es un hombre de gran corazón y a la vez, en cuanto a su personalidad, se puede decir que es un educador, un hombre con mucho amor. Es una persona muy jovial, aunque por su timidez tal vez no lo demuestre. Además, es un hombre que siempre está dispuesto a escuchar, porque no solo es un gran pensador, sino también un gran maestro espiritual.
¿Qué conceptos erróneos del Papa ve en el mundo católico?
El mundo católico como tal no existe porque es muy variado. Aunque históricamente algunos lugares pueden ser muy parecidos o pueden estar alcanzando el mismo nivel de desarrollo, son diferentes. Por ejemplo, Sudamérica definitivamente muestra un clima diferente al de África; y la realidad de Europa es diferente a la de Asia.
En algunas partes del mundo, la Iglesia ni siquiera está presente, mientras que hay regiones en que sí está presente y en el mundo secularizado se espera que tenga una posición.
Creo que en Alemania no preocupa mucho el Papa actual y creo que en mi tierra, hay un reflejo negativo de él. Tengo la impresión de que esta situación está ligada al centralismo y a una atmósfera de desarrollo en la que lamentablemente se esconden muchas situaciones y se producen errores.
Realmente me sorprende mucho que hoy en día en Alemania no se aprecie la gran suerte que tenemos de tener en la Iglesia a un Papa como Benedicto XVI, que es uno de los pensadores más grandes de nuestro tiempo y definitivamente uno de los más grandes hombres. Un hombre que busca el diálogo en la historia de la Iglesia, especialmente hoy en día, en un tiempo complejo y en un ambiente lleno de críticas. Este gran pontificado se encuentra ahora en una situación difícil cuya tarea es asentar a la Iglesia y a Cristo.
¿Cuáles son las principales características de este Papa que más pasan desapercibidas?
Algo que en general se ha escuchado poco de él es que el Papa Benedicto XVI es un gran educador. Esa es una de sus grandes capacidades. Él comprende muy bien el Evangelio, siempre encuentra nuevas facetas y ve en ellas otras posiciones ante el secularismo, oportunidades para encontrar la posición de la Iglesia en este tiempo.
Algo importante que deben saber y conocer los medios es este gran punto a favor que tiene, como educador, como un gran pensador, y naturalmente como alguien que no escucha solamente al mundo católico, sino también a la cristiandad. Creo que eso es algo que se ve muy poco, pero es importante señalarlo en esta época de crisis de la sociedad moderna. Puedo decir que tener eso es un regalo: En un mundo que con frecuencia está ciego es importante tener a alguien con esta actitud inquebrantable de apertura. Creo que en el futuro esto será mejor apreciado.
Hay quienes dicen que "Benedicto XVI no es un Papa para el siglo XXI"…
Ese comentario es incomprensible, creo que podría venir de alguien que no entiende en qué tiempo estamos y que no comprende todas las cualidades que tiene este Papa. Los cardenales sabían muy bien cuando lo escogieron, habían visto que para este tiempo no había nadie mejor que el Cardenal Joseph Ratzinger. De hecho podemos echar un vistazo a los últimos cinco años, que son un testimonio de que, con la gracia del Espíritu Santo, tomaron la decisión correcta.
Ha habido fracasos durante este pontificado que radican en algunos errores, y especialmente en algunos sacerdotes católicos que han cometido abusos sexuales. Sin embargo esto no se puede poner por encima de los cinco años de pontificado ligados a grandes avances y al hecho de que éste no solo sea un Papa para la Iglesia, sino también para todo el mundo. Es alguien que se da mucho, alguien que puede estar inmerso en este mundo y ver un camino. Definitivamente se tienen que ver estos cinco años de pontificado y todo lo que se ha logrado en este tiempo.
Una parte importante de la prensa ha representado a Benedicto XVI como alguien que nunca hizo, ni como arzobispo, ni como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe ni como Papa, lo suficiente para prevenir el abuso sexual de menores ¿Es posible coincidir con este juicio?
Esta posición viene de autores que buscan que estas acciones terribles tengan una repercusión negativa contra el Papa. Se ha dicho que incluso cuando era Arzobispo de Munich y se presentó un caso de abuso sexual, Joseph Ratzinger tenía que ver en ello, que cometió un error, que eventualmente no hizo nada.
Desde la época de Munich, no hubo ninguna posibilidad de que el Arzobispo Ratzinger dejara de lado el tema; él siempre ha tenido una buena actitud, además como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se preocupó rápidamente por este tema; inmediatamente hizo los cambios necesarios e impuso sanciones por estos errores.
Se dijo que estos errores se le fueron de las manos, sin embargo él siempre ha condenado estas acciones y como Papa ha buscado a las víctimas. En octubre de 2006 se encontró con un obispo de Irlanda y le dijo que había que buscar la verdad, que se tiene que hacer todo lo necesario para que estas situaciones inaceptables no se vuelvan a repetir.
Algo muy importante es que lo primero que hay que hacer es curar a la víctima, hay que sanarla; estas cosas no deben quedar en el silencio, no se debe dejar impune al culpable. Ratzinger como Arzobispo de Munich, como Prefecto de la Congregación de la Fe y como Papa siempre ha mostrado una conducta recta frente a estos errores, a pesar que en realidad diferentes medios de comunicación no lo han visto así y han mostrado una posición contraria a él.
Se ha visto que los esfuerzos de comunicación entre el Vaticano y la prensa secular en los últimos tiempos no han tenido mucho éxito. Muchas actuaciones y decisiones papales no han sido transmitidas con exactitud y con frecuencia el Santo Padre se ha visto expuesto a críticas muy duras de la prensa. Aún recordamos lo ocurrido en su visita a Regensburg con los musulmanes, el caso del obispo lefevbrista Williamson, la tergiversación de las declaraciones de Benedicto XVI sobre el SIDA en su viaje a África . ¿Necesita este Papa una mejor “asesoría” de prensa?
Lo único que puedo decir es que sí. Es evidente que en este aspecto hay mucho que hacer, hay mucho que aprender de los errores. A los medios de comunicación deben proporcionarle con anterioridad la información, para que no se escriban errores sobre el Papa. El mismo Benedicto XVI ha criticado esta situación y también menciona, en este nuevo libro, que eso afecta naturalmente el trabajo realizado.
Es todo un esfuerzo porque el Papa hace mucho en el mundo pero hay que presentarle las situaciones, decirle por ejemplo si es que hay un video que se prevé se va a difundir o llamarlo cuando vayan a aparecer ciertas publicaciones. Bueno, creo que en este sentido hay muchas posibilidades para mejorar el trabajo.
¿Qué quisiera Usted que la Iglesia y el mundo conocieran mejor de este Papa?
Todos los hombres deberían ver la enorme capacidad de análisis que tiene, es alguien que tiene un gran entendimiento, no solamente sobre este tiempo y no sólo escucha el catolicismo.
Él es alguien que se compromete mucho cuando tiene una misión, cualquiera que sea. Él quiere y está abierto a entrar de lleno con ahínco en esta misión; se compromete totalmente, no se cansa, a pesar de su edad tiene una actitud joven y es muy reconocida. Personalmente, a mí lo que más me impresiona de él es la simplicidad de sus creencias y su poder para comprenderlas.
Él vivió de una manera muy simple y creo que esta simplicidad de sus creencias se ha vuelto la esencia de su pontificado. Por otro lado, es realmente excelente tener a alguien que combate los aspectos negativos de los avances. Su mensaje en realidad es un llamado dramático a la Iglesia y al mundo, pero también un llamado a una toma de consciencia para que se tome una posición. La humanidad está en un momento de decisiones, un momento para aprender, para redescubrirse.
¿Qué temas ha abordado directamente con el Papa en el libro “Luz del Mundo”?
En el libro se habla en general de la crisis de la Iglesia, de su Pontificado, así como de los dramáticos problemas de la sociedad. Además, se habla de los escándalos de los abusos sexuales y de cómo es que en sí el Pontificado hace frente a los escándalos de abuso sexual, qué es lo que esto traerá consigo; cómo va a llevar a cabo la reforma de Iglesia; cuál es la actitud frente al Islamismo; cómo es que esta crisis afecta nuestro tiempo.
La cuestión radica en si la crisis de este tiempo es algo que no hemos visto a lo largo de la Iglesia. Incluso dentro de la Iglesia también hay algunos a los que no les gusta que el Papa sea tan abierto pero se asombrarán con sus palabras proféticas en este libro.
Muchas gracias, Sr. Seewald.
No tienen nada que agradecer.
Sobre Peter Seewald
El periodista de origen alemán Peter Seewald nació en 1954 en el seno de una familia católica de la región de Passau. Actualmente vive en Munich. Como adolescente recibió la influencia izquierdista del 68 alemán, que le llevó a romper con la Iglesia a los 19 años de edad. En 1981 comenzó a trabajar en medios de comunicación como los semanarios Der Spiegel y Stern y el diario Südddeutsche Zeitung. Desde 1993 se concentró en temas religiosos como periodista y escritor.
En 1996 publicó su primer libro sobre el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, "La sal de la tierra", basado en una larga entrevista que determinó el regreso de Seewald a la Iglesia. Ese libro y el siguiente, "Dios y el mundo", editado en el 2000, fueron traducidos a 25 lenguas.
En el verano pasado, Seewald mantuvo una segunda y extensa entrevista durante varios días con el ahora Papa Benedicto XVI en la residencia de Castel Gandolfo. De este diálogo ha publicada su tercer libro sobre el Pontífice titulado "Luz del mundo".