BUENOS AIRES, 13 Dic. 10 / 11:38 pm (ACI)
Bajo el lema "El amor es capaz de lo imposible", más de 20 mil fieles caminaron este sábado junto a la Virgen de Luján en la 37° Marcha de la Esperanza en Argentina.
A pesar del cielo nublado, el viento y la amenaza de lluvia, este tradicional acontecimiento religioso de la ciudad de Mar del Plata contó con la participación de miles de personas.
"Me da mucha alegría ver como nuestro pueblo, la gente de Mar del Plata, ama a la Virgen, confía en ella y quiere caminar con la Virgen, como gesto de que en realidad es ella la que camina con nosotros durante todos los momentos de nuestra vida", dijo Mons. Juan Alberto Puiggari, actual Administrador Apostólico de la diócesis y Arzobispo electo de Paraná.
En tanto, a los marplatenses les pidió que "amen mucho a la Virgen, porque ella nos asegura que siempre estaremos llegando a Cristo. La Virgen es el camino más sencillo, fácil y más alegre para llegar a Jesús y en Él tenemos la salvación y todos lo podemos".
La marcha terminó en la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia, en cuya explanada Mons. Puiggari presidió la Misa. "Hemos recorrido las calles desde la Gruta de Lourdes recordando que el amor es capaz de lo imposible. Estamos convencidos de que el amor tiene la última palabra, que todo lo bueno que existe proviene de él, nacimos del amor de Dios para amar y ser amados".
"Lamentablemente hoy tenemos que clarificar el lenguaje, a qué nos referimos con la palabra amor. Este término es una de las palabras más utilizadas y también de las que más se abusa, a la cual damos acepciones totalmente diferentes".
"En nombre del amor, estamos viviendo una cultura donde predomina el egoísmo y el hedonismo, donde convivimos con una humanidad fría y violenta que contempla con indiferencia los grandes dramas de nuestra humanidad. Una muestra de esto es lo que está pasando en la Argentina".
El Prelado también señaló que este año que comienza, la Iglesia de Mar del Plata unida a la Iglesia en Argentina, tendrá como preocupación pastoral "la vida tan amenazada, desde su concepción hasta su término natural".
Mons. Puiggari invitó luego a comprometerse en el anuncio del Evangelio y "hacer lo posible en nuestras vidas, para que el mundo crea". Luego insistió y preguntó, "ante un mundo que apuesta a la cultura de la muerte ¿qué hacemos los cristianos?"
"¿Nos quejamos, nos llenamos de amargura, de pesimismo, decimos que no se puede hacer nada o por el contrario inflamados por el amor a Cristo nos comprometemos a vivir verdaderamente en el amor con la seguridad de que Él es capaz de lo imposible?"
El Obispo dijo luego que "la revolución de Dios es el amor, sólo una gran explosión de bien puede vencer el mal y transformar al hombre y al mundo. Es imprescindible que los católicos nos comprometamos cada uno, y también las asociaciones caritativas, a formar parte de esta revolución".
"Ser cristianos no consiste en rendirse al mal, sino a responder al mal con el bien, rompiendo la cadena de injusticia".