ROMA, 25 Ago. 11 / (ACI/EWTN Noticias)
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Ignacio Carrasco de Paula, explicó a ACI Prensa/EWTN Noticias que la maternidad debe recuperar su significado original de don de Dios y no ser vista como una enfermedad.
Mons. Carrasco señaló que “la reacción ante la noticia de la maternidad debe volver a ser lo que ha sido siempre, una reacción de alegría” que lleva a decir a la madre “‘felicidades’, y no un ‘lo siento mucho’, como se le dice a las personas cuando tienen una enfermedad”.
El experto recordó que el Beato Juan Pablo II fue el impulsor de crear un dicasterio dedicado a la defensa de la vida hace ya más de 25 años. “Él fue el primero en darse cuenta que la Iglesia necesitaba de una academia que se dedicase a los temas de vida como es la biomedicina, o la biotecnología”, explicó el Prelado.
Mons. Carrasco señaló a ACI Prensa/EWTN Noticias que en este último año han centrado su interés en tres objetivos: el trauma post aborto, los bancos de cordones umbilicales, y los tratamientos para la infertilidad.
En referencia a la etapa post aborto, es necesario “tratar de definir en qué consiste, si tiene algún remedio y cómo se cura”.
También se refirió a los nuevos problemas éticos que surgen en torno a iniciativas como los bancos de cordón umbilical de los recién nacidos donde hay conflictos “de naturaleza económica” porque “se ha convertido en un nuevo mercado donde hay oferta y hay demanda, y ahí obviamente es cuando entra un factor de naturaleza mercantil a los problemas de tipo éticos”.
Asimismo, explicó que los tratamientos de fertilización in vitro tienen “problemas morales muy serios porque el niño normalmente viene fecundado en un laboratorio, y se convierte en un objeto muy fácil para la manipulación”.
A este problema se suma la ausencia de moral al elegir qué cigotos vivirán y cuales serán destinados a la muerte o a la investigación, “estas fecundaciones necesitan pasar luego un examen de selección del cual vienen descartados unos embriones”, denunció.
En febrero de 2012, la Academia por la Vida celebrará una asamblea para alentar prácticas a favor de la procreación de acuerdo con la dignidad de la persona, desde la etapa embrionaria hasta la muerte y en defensa de la maternidad como don de Dios.
Mons. Carrasco explicó que los nuevos estudios del dicasterio incluyen progresos extraordinarios en este campo pues se han encontrado vías que ayudan a la fertilidad sin necesidad de recurrir a procedimientos más caros y que tienen estos problemas éticos tan graves” como la reducción embrionaria.
Esta práctica –involucrada en la fecundación in vitro- consiste en provocar la muerte de varios embriones dentro del útero materno. “Muchas veces se dejan menos de tres, dos o solo uno, desafortunadamente esto se hace. Es una praxis desgraciadamente diaria, de rutina”, denunció.
También recordó que la defensa de la vida incluye asistir a las personas que se enfrentan a la última fase de su peregrinas en la tierra.“En esta última gran prueba que deben superar, necesitan una particular ayuda y por ayuda entiendo no solo la fase técnica, sino también la asistencia personal, de afecto, de consideración, de respeto a su dignidad”, indicó.
Hay que recordar “que no son personas que han dejado ya de ser interesantes para la sociedad o que se han convertido en seres inútiles y que no tienen nada que decir”, concluyó.