"Jesús afirmó en una ocasión: 'No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos'. En esa circunstancia se refería a los pecadores que vino a llamar y a salvar. No obstante -puntualizó el pontífice- es cierto, que la enfermedad es una condición típicamente humana, en la que nos damos cuenta de que no somos autosuficientes, sino de que necesitamos a los demás. En ese sentido, podríamos decir, paradójicamente, que la enfermedad puede ser una circunstancia saludable durante la cual sentimos la atención de los demás y les prestamos la nuestra. Sin embargo, es siempre una prueba, que puede ser larga y difícil. Cuando la curación no llega y los sufrimientos se prolongan, podemos sentirnos aplastados y aislados; entonces nuestra existencia se deprime y deshumaniza. ¿Cómo tenemos que reaccionar a este ataque del Mal? Ciertamente con las curas apropiadas -la medicina ha dado en estos años pasos de gigante y hay que agradecerlo-, pero la Palabra de Dios nos enseña que hay una actitud de fondo con la que hacer frente a la enfermedad: la fe en Dios y en su bondad".
"Incluso ante la muerte la fe puede hacer posible lo que es humanamente imposible. ¿Pero fe en qué? En el amor de Dios. Esta es la verdadera respuesta que aniquila al Mal. (...) Todos conocemos personas que han soportado terribles sufrimientos porque Dios les daba una serenidad profunda. Pienso en el ejemplo reciente de la beata Chiara Badano, muerta en su juventud a causa de una enfermedad terrible: a todos los que iban a visitarla les transmitía luz y confianza. No obstante, en la enfermedad, todos necesitamos calor humano; para confortar a una persona enferma, más que las palabras, lo que cuenta es la cercanía serena y sincera".
El Santo Padre concluyó recordando que el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, es la Jornada Mundial del Enfermo. "Hagamos nosotros también lo que hacía la gente en los tiempos de Jesús: presentémosle espiritualmente a todos los enfermos, confiados en que Él quiere y puede curarlos. E invoquemos la intercesión de la Virgen, especialmente en las situaciones de mayor sufrimiento y abandono"