ROMA, 22 Feb. 05 (ACI).- ¿Quién fue el fundador de Comunión y Liberación? ACI Prensa recoge una breve biografía que permitirá a nuestros usuarios conocer la vida y obra de este hombre de fe.
Don Luigi Giussani nació en 1922, en Desio, un pueblo cerca de Milán. De su madre, Ángela, recibió la primera y cotidiana introducción a la fe. De su padre, Beniamino, tallador de madera y restaurador, recibió la invitación constante a preguntarse el porqué de las cosas.
El ?Gius?, como lo llamaban cariñosamente los miembros de la familia espiritual que fundó, recordaba a menudo algunos episodios de su vida en familia, como por ejemplo, el episodio cuando aún niño caminando a la misa matutina con su madre, bajo la primera luz del amanecer. Quedó grabada en su memoria la repentina exclamación de su madre al ver la última estrella en el cielo: "¡Qué bello es el mundo y qué grande Dios!".
Luigi Giussani entró al seminario diocesano de Milán siendo muy joven para luego continuar y finalizar sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono. Además de la formación cultural y de las relaciones de estima y humanidad viva que tuvo con algunos de sus maestros, Venegono fue para Giussani un ámbito importantísimo para vivir la amistad con algunos de sus compañeros como Enrico Manfredini, futuro Arzobispo de Bologna. También pudo descubrir el valor de la vocación, valor que se realiza en el mundo y para el mundo. Fueron años de estudio intenso y de grandes descubrimientos.
En aquellos años se reforzó la convicción de que la cima de todo genio humano es profecía, a menudo inconsciente, del acontecimiento de Cristo. Desde entonces, la idea de que la verdad se reconoce por la belleza con que se manifiesta, formó siempre parte de su método educativo. A la disciplina y el orden en la vida del seminario se sumó la fuerza de un temperamento que se distinguió, en el coloquio con sus superiores y en las actividades con los compañeros, por su vivacidad y agudeza. Ya ordenado sacerdote, don Giussani se quedó como profesor en el mismo seminario de Venegono.
A mediados de los ?50s abandonó la enseñanza en el seminario por la escuela media superior. Durante diez años, desde 1954 hasta 1964, enseñó en el Liceo Clásico "G. Berchet" de Milán. Comenzó a desarrollar entonces una actividad de investigación y de publicaciones, dirigida a centrar la atención dentro y fuera de la Iglesia en el problema educativo.
Fueron los años de GS (Gioventù Studentesca). Desde 1964 hasta 1990 detentó la cátedra de Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. El nombre actual del movimiento, "Comunión y Liberación" (CL), apareció por primera vez en 1969 y el Vaticano, bajo el expreso deseo del Papa Juan Pablo II, reconoció el estatuto de Fraternidad en 1982.
Don Giussani creó esta iniciativa por su convencimiento de que el acontecimiento cristiano, vivido en la comunión, es fundamento de la auténtica liberación del hombre. Con el tiempo, los grupos que pertenecen a este movimiento se dedicaron a obras culturales y caritativas tanto en Italia como en otros países, obras como el Banco Alimenticio, que proporciona comida y alojamiento a medio millón de pobres en Italia o el Banco Farmacéutico, así como centros de solidaridad para ex convictos, desempleados o familias pobres. En la actualidad CL está presente en unos setenta países de los cinco continentes.
Hasta hoy, Don Giussani guió el movimiento de Comunión y Liberación, presidiendo el Consejo General (conocido comúnmente como "Centro"). Presidió además la Diaconía Central, órgano directivo de la Fraternidad de Comunión y Liberación, asociación reconocida por el Pontificio Consejo para los Laicos en 1982.
Alentó y guió la experiencia de los Memores Domini, una asociación laical también reconocida por el Pontificio Consejo para los Laicos (1988). Dicha asociación reúne a personas de CL que han elegido la consagración a Dios en el celibato. Fue consultor de la Congregación para el Clero y del Pontificio Consejo para los Laicos. Fue creado Prelado de honor de Su Santidad por Juan Pablo II en 1983.