En un artículo del diario británico Daily Mail, publicado el 30 de julio, Lou Xiaoying, de 88 años, señaló que "estos niños necesitan amor y cuidado. Ellos son preciosas vidas humanas. No entiendo cómo la gente puede dejar a un bebé tan vulnerable en las calles".
Lou ha dedicado su vida a reciclar basura. Un día, en 1972, encontró una bebé abandonada recostada sobre la basura, en la calle.
La niña "habría muerto si no la hubiéramos rescatado y llevado", dijo. Mientras ella y su esposo vieron a la bebé crecer, ella se dio cuenta de que tenía "un amor real para cuidar niños".
Lou, que tiene una hija biológica, ha rescatado más de 30 bebés. Ella y su esposo, que murió hace 17 años, criaron cuatro de los niños abandonados, y ayudaron al resto a encontrar un hogar.
"Me di cuenta de que si teníamos la fuerza suficiente para recoger basura, cómo no podríamos reciclar algo tan importante como vidas humanas", recordó.
Su hijo adoptivo más joven, un niño llamado Zhang Qilin, estaba en un cubo de basura cuando ella lo encontró. A pesar de que tenía 82 años, decidió llevarlo, dándole un nombre chino que significa precioso y excepcional.
"Incluso a pesar de que me estaba volviendo vieja, no podía simplemente ignorar al bebé y dejarlo morir en la basura. Él se veía tan dulce y necesitado. Tenía que llevarlo a casa conmigo", dijo.
Lou explicó que ella lo llevó a su vivienda, "una casa muy pequeña y modesta, en el campo", y lo curó. Hoy, su otro hijo la ayuda a cuidar al pequeño de 7 años, "un niño floreciente, que es feliz y saludable".
De acuerdo al Daily Mail, Lou es muy respetada como "una heroína local" en la comunidad, que salva a niños a pesar de su carencia de dinero y poder.
Mark Shan, vocero de la asociación China Aid, un grupo que promueve la libertad religiosa y ayuda a las víctimas de violaciones de derechos humanos en China, dijo que ha escuchado historias similares de personas "recogiendo niños de las calles".
Shan dijo a ACI Prensa que los niños abandonados, particularmente mujeres, son un problema significativo en el país, causado tanto por la "ley muy estricta" y una "cultura de preferencia de varones".
La política del hijo único de China es aplicada estrictamente, y violar la ley puede resultar en grandes multas e incluso la pérdida de un trabajo o una casa, explicó.
"El castigo es realmente severo. Y los niños sufrirán mucho", dijo.
La política del hijo único de China ha llamado considerablemente la atención de la comunidad internacional en los meses recientes, luego de que un activista pro-vida ciego, Chen Guangcheng, escapara de su arresto domiciliario, y eventualmente viajara con su familia a Estados Unidos.
Chen estuvo encarcelado tras exponer los abortos forzados y las esterilizaciones que son rutinariamente usadas para aplicar la política del hijo único en China.
A la estricta regulación, que prohíbe a la mayoría de las parejas tener más de un hijo, se le atribuye el crear un problema con el balance de sexos en el país, y llevar a altos leves de infanticidio de mujeres, aborto y abandono, así como el tráfico de jóvenes mujeres para prostitución infantil.
Adicionalmente a la ley, Shan indicó que la cultura tradicional china insiste en generar un heredero, y por ello valora más a un hijo varón por sobre una mujer.
Shan indicó que si a las parejas sólo se les permite tener un hijo, ellos elegirán abandonar a la niña no querida, porque "cada familia quiere un hijo varón".