UENOS AIRES, 21 Mar. 05 (ACI).- El Canciller argentino, Rafael Bielsa, sostuvo que el gobierno del presidente Kirchner busca mantener "una relación sin fisuras" con la Santa Sede, en momentos en que las relaciones con el Estado Pontificio pasan por fuerte tensión.
La Santa Sede y el Gobierno argentino buscarían encontrar una salida al impase originado por las medidas que éste último tomara en relación a las declaraciones del Obispo Castrense, Mons. Antonio Baseotto, en defensa de la vida, las cuales fueron malinterpretadas y sacadas de contexto por el gobierno y algunos sectores de la prensa.
Ante ellas, el Gobierno argentino solicitó a la Santa Sede la remoción del Obispo Castrense, a lo que el Vaticano respondió ratificando a Mons. Baseotto en su cargo. El presidente Kirchner a su vez, canceló el viernes pasado el acuerdo que autorizaba al Prelado a ejercer como la máxima autoridad religiosa para las Fuerzas Armadas del país, retirándole el aval y la remuneración que recibe como tal.
El canciller Bielsa recalcó que el gobierno argentino "no tiene ningún antecedente de disputa" con la Iglesia y aseguró que este entredicho "no va a tener ningún correlato posterior", aunque volvió a insistir que las declaraciones del obispo castrense "son inaceptables". Asimismo, consideró que "tratar de confundir esta decisión administrativa con el debate del aborto, es una falacia, pues si Mons. Baseotto hubiera expresado su opinión como la expresan (los obispos) de manera formal, a través de sus organismos estables, o de manera individual, no hubiera pasado nada".
Por su parte la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), a través de su vocero Jorge Oesterheld, consideró importante el gesto de conciliación del canciller del Gobierno y afirmó que la senda debe ser un mayor diálogo.
?La aclaración del canciller Bielsa sobre los alcances de las medidas del Gobierno contra el obispo castrense, Antonio Baseotto, llevó cierta tranquilidad al Episcopado. Es sólo cuestión de hablar un poco más. El problema habría que haberlo llevado a los carriles del diálogo?, manifestó Oesterheld y agregó: ?La senda es la del diálogo. Nosotros tratamos de mantenernos en lo que creemos que hay que hacer?.
El Canciller Bielsa aclaró los alcances del decreto firmado por el presidente Kirchner el viernes pasado, en el que ?se revocó la designación de Mons. Baseotto, pero como una cuestión puramente administrativa que no busca limitar la ?actividad pastoral? del obispo?.
?El trabajo de Dios es la vida?
Por su parte, el Arzobispo de Paraná, Mons. Mario Maulión, durante la homilía por el Domingo de Ramos en la Catedral, sostuvo que ?el trabajo de Dios es la vida, es el cuidado de la vida, es la paz, y la reconciliación? en una referencia a la disputa en los medios sobre el aborto y la reciente tensión entre el Gobierno y un sector de la Iglesia Católica, tras la reciente decisión de remover al Vicario Castrense, luego de sus declaraciones en defensa de la vida..
De ese modo, el pastor reforzó el pensamiento que dos semanas atrás dieran a conocer los obispos de la Región Pastoral Litoral al pronunciarse en contra del aborto, cuando sostuvieron, en un mensaje que ?una vez más nuestro inclaudicable compromiso es en favor de la vida, desde el primer instante de su concepción hasta su fin natural?.
Saliendo al encuentro de las tensiones de los últimos días contrapuso la imagen de un Jesús ?humilde? con la prepotencia del poder terrenal. ?Él mismo elige la cabalgadura con la que va a ingresar. No es un caballo, como el que solían usar quienes con su poder combatían e imponían su fuerza. Lo hace con un animal humilde, la burrita, y cuando todos se preguntan quién es éste, la fe popular lo proclama, es el profeta que viene en nombre del Señor. Es este Rey de paz, por eso la Palabra de Dios nos estuvo mostrando cómo es este Rey de paz, es alguien que ante todo oye a Dios, oye al Padre, no a otros intereses, no a otros objetivos, no a otras perspectivas, oye a Dios, y oye a Dios para tener un lenguaje que anime, que consuele, que cure?, dijo el Prelado.
?Lo que Dios quiere ?añadió? es rehacernos a los hombres, es curarnos, salvarnos. La vida y la paz brotan del amor. Por eso el trabajo de Dios es la vida, es el cuidado de la vida, es la paz, que es con frecuencia reconciliación, y que Dios comienza haciéndola, perdonando, y salvando. La paz, fruto del amor, la vida, fruto del amor. La paz, fruto del perdón y la reconciliación. Esa paz, viene de Dios. Y la recibimos para transmitirla?, concluyó el Arzobispo de Paraná.