ATICANO, 25 Mar. 05 (ACI).- Durante la celebración de la Pasión del Señor, el Predicador de la Casa Pontificia, el Padre Raniero Cantalamessa, recordó que la Eucaristía, fruto de la Pasión del Señor, es la única esperanza frente a un mundo que se burla de Dios.
El Solemne Oficio de Viernes Santo fue presidido a nombre del Santo Padre en la Basílica de San Pedro por el Cardenal James Francis Stafford, Penitenciario Mayor.
Luego de escuchar el relato de la Pasión, el P. Cantalamessa, O.F.M. Cap., pronunció una intensa homilía inspirada en la tradicional oración eucarística ?Ave Verum?.
?El hecho que hoy no se celebra la Misa no atenúa, sino que refuerza la unión entre el Viernes Santo y la Eucaristía. La Eucaristía es a la muerte de Cristo como el sonido y la voz son a la palabra que transportan en el espacio y hacen llegar al oído?, señaló.
El Predicador de la Casa Pontificia citó el himno latino del Ave verum para la reflexión en torno a la Eucaristía.
?¡Ave verdadero cuerpo nacido de María Virgen! Tú has verdaderamente sufrido y te has inmolado por el hombre en la cruz.
De tu costado atravesado brotó agua y sangre.
Se para nosotros una prueba en el momento de la muerte.
¡Oh Jesús dulce, oh Jesús pío, oh Jesús hijo de María!?
?Es Jesús el nacido de María a Belén, el mismo que pasó haciendo el bien a todos, que murió en la cruz y resucitó al tercer día, aquél que está presente hoy en el mundo, no una vaga presencia espiritual, o, como dice alguno, su causa. La Eucaristía es el modo inventado por Dios para permanecer siempre como el Emmanuel, el Dios con nosotros? dijo el Padre Cantalamessa.
Continúo afirmando que ante el temor de la muerte y la incertidumbre del más allá, ?hay uno que cada día regresa del más allá para asegurarnos y renovarnos sus promesas, si sabemos escucharlo. Aquél hacia el cual estamos encaminados nos viene al encuentro en la Eucaristía para darnos una degustación del banquete final del Reino.?
?La Eucaristía hace presente en el mundo aquel que con su doctrina y con su vida, ha desenmascarado y despedazado para siempre el mecanismo que sacraliza la violencia.? Así mismo, frente a un mundo que cada vez se burla más de Jesús y lo utiliza como blanco de ataques a través de diversas expresiones culturales, el Predicador dijo que ?el misterio mismo que celebramos en este día nos prohíbe abandonarnos a complejos de persecución y a alzar nuevos muros entre nosotros y la sociedad moderna. Tal vez debemos imitar a nuestro Maestro y decir simplemente: ?Padre perdónalos porque no saben lo que hacen?.?
Finalmente hizo referencia a la Virgen y Madre puesto que ?la unión entre María y la Eucaristía no responde a una necesidad solo devocional... El nacimiento de Jesús de María testimonia la verdad y la realidad del cuerpo de Cristo presente en la Eucaristía?.