Mons. Oscar Cantú, presidente del Comité Internacional de Justicia y Paz de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), afirmó que comparten el gozo de la familia de Alan Gross –el subcontratista estadounidense que estuvo preso cinco años en Cuba–, de todos los estadounidenses, y “así como la liberación humanitaria de los demás presos”.
“Nos sentimos alentados por el anuncio de hoy (ayer) hecho por la Administración de importantes acciones que fomenten el diálogo, la reconciliación, el comercio, la cooperación y el contacto entre nuestras respectivas naciones y ciudadanos”, indicó en un comunicado.
“Nuestra Conferencia ha sostenido durante mucho tiempo que los derechos humanos universales serán fortalecidos a través de un mayor compromiso entre los pueblos cubano y estadounidense. Por décadas, la USCCB ha llamado por la restauración de las relaciones diplomáticas entre nuestras naciones. Apoyamos firmemente la revisión de la designación de Cuba como un estado patrocinador del terrorismo”, añadió.
Los obispos, señaló, creemos que “ya es hora que se restablezcan relaciones diplomáticas completas con Cuba”, levantando las restricciones para viajar y hacer negocios en la isla, así como facilitar la cooperación para proteger el medio ambiente, combatir el tráfico de drogas, fomentar el tránsito humano e intercambio científico.
“El compromiso es el camino para apoyar el cambio en Cuba y fortalecer al pueblo cubano en su búsqueda de la democracia, los derechos humanos y la libertad religiosa”, afirmó.
Agradecen al Papa
Por su parte, los obispos cubanos afirmaron en su sitio web que el anuncio hecho ayer por Barack Obama y Raúl Castro “marcan una nueva etapa en la relación entre nuestros dos países”.
“Agradecemos al Señor, ya en vísperas de la Navidad, que nuevos horizontes de esperanza iluminen la vida del pueblo cubano, pues la distensión y las buenas relaciones entre pueblos tan cercanos son el fundamento de un futuro prometedor”, manifestaron.
En ese sentido, expresaron “una especial gratitud al Papa Francisco, a quien ambos estadistas han reconocido como gestor importante de un anhelo que ahora se hace realidad”.
Finalmente, los obispos cubanos dijeron que esperan “que la voluntad manifestada por los presidentes contribuya al bienestar material y espiritual de nuestro pueblo. Valoramos altamente el reencuentro de los tres cubanos liberados con su patria y con sus familiares, así como el gesto humanitario hacia el prisionero norteamericano que ha podido reencontrarse con los suyos”.