Todas las veces que me preguntan por sustituciones en la liturgia digo lo mismo: por un lado, la liturgia admite cierto conjunto de variaciones en su interior, e incluso admite ser utilizada como disparador de la oración personal, y por tanto podemos hacer en ella lo que queramos, siempre que no tengamos obligación canónica de rezarla, en cuyo caso hay que rezar lo que está.
Ahora bien, liturgia es este texto y no cualquier otro, no lo que hagamos a nuestra medida. ¿Se puede cambiar la lectura breve por las de la misa? sí, pero la verdad es que a la liturgia de las horas le va tan bien la lectura breve, está tan equilibrada en su ritmo interno, que es una lástima sustituir. Mejor rezar la hora como está, y al finalizar leer las lecturas.
Sin embargo, respondo a esta pregunta en la categoría «la santa Misa», porque lo más preocupante que tiene esto de la sustitución no es el cambio de un texto por otro, sino la idea misma de sustituir la misa por una celebración en casa... la misa no tiene sustitución posible. Ni siquiera la misa televisada sustituye a la misa. Por supuesto que si estoy imposibilitado de ir (porque me enfermé, porque no hay una misa a n km alrededor, porque me toca hacer guardia en un hospital, etc.), sería bueno que vea una misa por la tele, o la escuche por la radio, o rece las lecturas de la misa de ese día. Pero no con la idea de sustituir nada: la misa como tal no tiene sustitución.
Últimamente veo que en algunas parroquias (la mía, por ejemplo) se estila que el final de la plegaria eucarística ("Por Cristo, con él y en él...") es dicha por el pueblo junto con el sacerdote. ¿Tiene justificación esto?
ups, eso pretendía ser una pregunta, no un comentario