Una pregunta interesante.
Ciertamente que el gesto no pertenece a los gestos litúrgicos mandados por el ordinario de la misa, como puede ser el pararse, el sentarse o el arrodillarse en determinados momentos. Sin embargo, no puede decirse que esté en contradicción con el espíritu de la liturgia, al menos con el aspecto de espíritu de fraternidad, que es una de las dimensiones de la misa.
Aunque no sea un gesto mandado, no parece que tuviera nada de contraproducente que se realicce, si es una costumbre arraigada en el lugar. De hecho, para realizarlo no hay que dejar de hacer ninguna otra cosa que esté mandada. Si la liturgia mandara cruzar las manos durante el rezo del Padrenuestro, el tomarse de las manos lo impediría, y tendría que tener prioridad el gesto pedido por el ordinario; pero es el caso que no hay nada explícito respecto de la actitud corporal, salvo estar de pie.
Debo decir que a mí personalmente no es un gesto que me guste, pero no creo que sea bueno pretender regularlo todo, o considerar que lo que no está mandado está necesariamente prohibido o no es bueno. Si la actitud de pretender "crear" cada domingo algo nuevo empobrece a la liturgia y la desnaturaliza; la de convertirla en una repetición canónica sin ninguna espontaneidad y sin lugar para las costumbres particulares, no la desnaturaliza menos.
Creo yo que un gesto así, en caso de incorporarlo, sólo debe hacérselo con decoro, evitando que el tiempo de darse la mano termine siendo el doble que el del rezzo mismo, o forzar a participar a todos en un contacto que no todos estan dispuestos a tener.
Naturalmente, como en cualquier otra cuestión referida a la liturgia, es el obispo del lugar (y no esta página de internet, y ni siquiera el libro litúrgico) el que debe determinar lo que puede ser admisible o inadmisible en la celebración.