El canon 919.1 del Código de Derecho Canónico, donde se establece esta prescripción dice:
Quien vaya a recibir la santísima Eucaristía, ha de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida al menos desde una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas.
Es decir, contada desde el momento de la comunión, no del comienzo de la misa.
Esto es lo que dice la ley. Ahora bien, puesto que se trata de una preparación en espíritu a participar del misterio, no está mal si uno se impone a sí mismo contar esa hora desde el comienzo de la misa, que evita estar calculando un poco chapuceramente si se llega o no a la hora; mientras no pretenda imponerle su interpretación a los demás, ni se considere más "perfecto" que los demás por observarlo "mejor".
He de decirle que me alegra mucho encontrar a alguien con quien comparta tantos puntos en común como con usted. Sus explicaciones no se basan solo en la norma, ni tampoco sobrepasan lo que acostumbramos a ver, que es un cierto pseudo-misticismo o puritanismo exacerbado en algunas personas que toman todo al pie de la letra o según interpretaciones subjetivas totalmente fuera de lugar.
Yo siempre digo que nuestra fe no debe vivir despegada de nuestra razón, pues para ello Dios nos ha dado una cabeza pensante. Por eso, sus deducciones y sus interpretaciones me parecen acertadas y las comparto todas, aunque todavía no he leído todas las respuestas a las preguntas.
Es un gusto encontrarse con alguien que usa el sentido común en su interpretación, lo cual suele generar controversias con los que se las saben todas. Imagino que usted, si comenta en foros o grupos de facebook, al igual que yo, se escandalizará a menudo al leer la cantidad de sandeces que se dicen sobre ciertos temas. Le aseguro que en muchos foros, si se hace esta misma pregunta, aparecerán mil agoreros que le dirán que no tiene razón (y eso si no le insultan de entrada), de modo que unos considerarán que el ayuno eucarístico es mejor prolongarlo a dos horas para dar más honra a Dios, mientras que otros te dirán que Dios no se enfadará si comes incluso durante la misa, porque ellos confían en su misericordia; otros te dirán y se partirán la cara afirmando que es una hora desde el comienzo de la misa y otros que desde la comunión, por lo que hay que estar pendiente de los minutos y segundos transcurridos. Es una pena, pero es lo que tenemos. Por eso me alegra tanto haber encontrado esta página, en la que veo que sus respuestas son cabales y lógicas, además de estar en consonancia con el Magisterio de la Iglesia.
En definitiva, no es fácil encontrar personas poco ideologizadas que se sientan libres de entender la liturgia como es, sin idolatrías, sin interpretaciones exageradas, etc.
Gracias por sus explicaciones.
Muchas gracias por el comentario, me has hecho reír mucho con la descripción de las discusiones y sus habituales personajes.
Y no me olvido que tengo una pregunta tuya pendiente, pero tiene miga y estoy en estos días con el inicio de un curso, así que no me he podido sentar a responderla como corresponde.