Vaya por delante que lo único que establece el Martirologio es la inscripción en el calendario oficial de la Iglesia, y -si no puede ser en la misma fecha de su muerte- la fecha en que se celebrará litúrgicamente. Los patronazgos son realidades devocionales, y por tanto mucho más libres que la inscripción en el calendario.
En la práctica esto significa que uno puede elegir libremente la fecha en que quiere celebrar personalmente el santo. De hecho, de cada santo (y cuanto más antiguo más todavía) hay muchas más fechas tradicionales que la o las dos fechas que están en el calendario. Se da, por ejemplo, el curioso caso de Santa Rosa de Lima, que a lo largo de su historia ha tenido tres fechas distintas de celebración, pero la más persistente es la del 30 de agosto, que nadie sabe exactamente por qué se estableció.
Así que si a Ud. san Benito le ha hecho una gracia el día 3 de febrero, y Ud. se llama Benito, es libre de celebrar su santo el 3 de febrero: los patronazgos no son definidos magisterialmente.
En el exceso de papismo de la primera mitad del siglo XX se le pedía al Papa que declare a tal santo patrono de esto o aquello, y claro, el buen hombre lo "declaraba"... pero está tan fuera de sus competencias y del significado del papado, que esas declaraciones valen tanto como si las hubiera hecho el más humilde de los devotos del santo.
El patronazgo es un hecho de tradición personal y colectiva, que expresa que hay una especial relación de protección entre el santo y la persona que lo reconoce como patrono, por lo tanto si santa Cunegunda es patrona de las embarazadas, pero ninguna embarazada le reza nunca por la salud de su embarazo, entonces santa Cunegunda no es patrona de las embarazadas. El patronazgo no es un cargo público en el cielo, sino una relación entre los devotos y el santo.
Con todo esto de premisa, le trataré de responder: el patronazgo de Benito respecto a Europa se celebra el 11 de julio, porque precisamente por eso se estableció la celebración litúrgica en ese día en el rango que tiene (si no se celebrara como patrono, sería una memoria obligatoria, celebrándose como co-patrono es fiesta).
Todas las demás fechas son libres: si el pueblo de Jaén está acostumbrado a celebrar a su patrono el 21 de marzo, bien está.
En cuanto a celebrar el propio onomástico, se aplica la misma regla de libertad de elección, pero parece bastante lógico celebrarlo en una fecha que es reconocida más públicamente, es decir, la de julio.