No hay ninguna prohibición ni impedimento, es sólo cuestión de tradición y costumbre.
De hecho en el rito latino se ha conservado una bendición semejante: la bendición al final de la exposición del Santísimo, que se hace con la custodia, no con la mano.
En algunas parroquias se acostumbra impartir la bendición con una cruz el día de la Exaltación de la Santa Cruz. En la mía, por ejemplo, se hace con una cruz de plata que usamos para la adoración final de esa misa, y que contiene una reliquia del "lignum crucis".
Ahora bien, esto como opinión estrictamente personal: no es bueno tampoco que el gusto por un gesto que nos es exótico opaque el sentido de nuestra bendición con las manos: en definitiva las manos del sacerdote son las cosagradas, con mayor significado que un objeto. Introducir alguna vez, por variar, un gesti así, piensoq ue está muy bien, reemplazar la bendición normal, no lo veo yo muy bueno.