Sin duda que la aparición de la Virgen María como Nuestra Señora de Guadalupe de México es un gran acontecimiento; «El gran suceso» se llama originalmente el relato del milagro que conocemos habitualmente como «Nican mopohua», del que luego hablaremos. Es un gran suceso para México, para la iglesia de toda América, y por lo tanto también para Iglesia universal. Lo que tenemos como vestigios del milagro son:
·el contundente testimonio de la tilma de Juan Diego con la bella imagen de la Virgen admirablemente impresa,
·el relato del milagro en lengua nahuatl, en el texto conocido como «Nican mopohua»,
·y un aspecto fundamental en cualquier milagro, que es la recepción, la conversión obrada en el corazón de los hombres y de los pueblos por la presencia transformadora de lo Divino. El milagro es siempre «milagro para alguien», Dios no habla ni desde el vacío ni al vacío, sino a unos hombres concretos que están atravesando situaciones concretas, y en esas situaciones el milagro trae una palabra que es de Dios y que nos alienta a continuar.
Si sólo tuviéramos la tilma, se trataría de una curiosidad, si sólo el Nican mopohua, se trataría de literatura folclórica para analizar las ideas y creencias de una época, pero a uno y otro les faltaría el corazón, que es que el acontecimiento guadalupano se perpetúa en la fe de México y de toda la Iglesia de América de que el destino de esa tierra es cosa de Dios. Puede que algunas veces lo percibamos como un destino escondido: tierra castigada por la ambición de hombres despreciables. Pero sabemos que lo escondido es a menudo cosa de Dios, y no lo sabemos sólo con la mente sino porque allí está «el gran suceso» que da una esperanza viva a esta tierra, la esperanza de que finalmente lo que parece débil resulta lo auténticamente fuerte, lo despreciado es quien recibe la corona, y una Virgen es quien da por completo a luz a quien es la Luz.
El relato de los hechos ocurridos en 1531, de las sucesivas apariciones de la Virgen a Juan Diego en la ladera del Tepeyac, las entrevistas con el obispo Zumárraga y la milagrosa impresión de la tilma del indio, se nos ha transmitido en principio por tradición oral (el propio Juan Diego era iletrado), aunque al poco tiempo comenzó a ponerse por escrito. No es posible establecer exactamente cuándo, ya que no se sabe quién fue el autor, si Antonio Valeriano (1520-1605) o Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1568-1648); los dos fueron personas de vasta cultura: de Antonio Valeriano se sabe que dominaba el nahuatl, por ser su lengua nativa, pero también el español y el latín académico, y Fernando de Alva, por su parte, era historiador indigena comisionado por la propia España para recopilar la historia indígena. Lo cierto es que de Nican Mopohua tenemos una primera edición publicada en 1649 por el bachiller Luis Lasso de la Vega, vicario de la capilla de la Virgen. Ésa es la edición que es base para las traducciones hasta la actualidad, y que lleva por título «Huei tlamahuizoltica», «por un gran suceso». No obstante la obra se conoce habitualmente como «Nican mopohua», que son las dos primeras palabras del texto y que significan «aquí se cuenta».
Reproducimos a continuación algunos fragmentos del Nican mopohua, pero invitando a todos a continuar leyendo el texto en alguno de los proyectos guadalupanos que con mucha devoción y no menor seriedad se están desarrollando en internet en relación a este texto, sus contexto histórico, traducciones, etc.:
Nican mopohua, motecpana, in quenin yancuican hueytlamahuizoltica monexiti in cenquizca ichpochtli Sancta Maria Dios Inantzin tocihuapillatocatzin, in oncan Tepeyacac, motenehua Guadalupe.
Acattopa quimottititzino ce macehualtzintli itoca Juan Diego; Auh zantenpan monexiti in Itlazoixiptlatzin in ixpan yancuican Obispo Don Fray Juan de Zumárraga.
Aquí se cuenta, se ordena, cómo hace poco, en forma por demás maravillosa, el amor de la perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, nuestra venerable Señora y Reina, la hizo visible allá en el Tepeyac, que se conoce [ahora] como Guadalupe. En un principio se dignó dejarse ver de un indito de nombre Juan Diego, y, al final, su amor nos entregó su preciosa y amada imagen en la presencia del reciente Obispo Don Fray Juan de Zumárraga.
[..]
164.- Le dijo con gran respeto: «-Mi Señor, Gobernante, ya hice, ya cumplí lo que tuviste a bien mandarme,
165.- y así tuve el honor de ir a comunicarle a la Señora, mi Ama, la Reina del Cielo, venerable y preciosa Madre de Dios, que tú respetuosamente pedías una señal para creerme, y para hacerle su templecito, allí donde tiene la bondad de solicitarte que se lo levantes.
166.- Y también tuve el honor de decirle que me había permitido darte mi palabra de que tendría el privilegio de traerte algo como señal, como prueba de su venerable voluntad, conforme a lo que tú te dignaste indicarme».
167.- «Y tuvo a bien oír tu venerable aliento, tu venerable palabra y se prestó gustosa a tu solicitud de alguna cosa como prueba, como señal, para que se haga, se ejecute su amada voluntad.
168.- Y hoy, siendo aún noche cerrada, se sirvió mandarme que tuviera el honor de venir de nuevo a verte.
169.- Y yo me honré pidiéndole algo como su señal para que fuera creído, conforme a lo que me había dicho que me daría, y de inmediato, pero al instante, condescendió en realizarlo,
170.- y se sirvió enviarme a la cumbre del cerrito, donde antes había tenido el honor de verla, para que fuera a cortar flores diferentes y preciosas».
171.- «Y luego que tuve el privilegio de ir a cortarlas, se las llevé abajo.
172.- Y se dignó tomarlas en sus manecitas,
173.- para de nuevo dignarse ponerlas en el hueco de mi tilma,
174.- para que tuviera el honor de traértelas y sólo a ti te las entregara».
175.- «Pese a que yo sabía muy bien que la cumbre del cerrito no es lugar donde se den flores, puesto que sólo abundan los riscos, abrojos, espinas, nopales escuálidos, mezquites, no por ello dudé, no por eso vacilé.
176.- Cuando fui a alcanzar la cumbre del montecito, quedé sobrecogido: ¡Estaba en el paraíso!.
177.- Allí estaban reunidas todas las flores preciosas imaginables, de suprema calidad, cuajadas de rocío, resplandecientes, de manera que yo -emocionado- me puse en seguida a cortarlas.
178.- Y se dignó concederme el honor de venir a entregártelas, que es lo que ahora hago, para que en ellas te sirvas ver la señal que pedías, para que te sirvas poner todo en ejecución.
179.- Y para que quede patente la verdad de mi palabra, de mi embajada,
180.- ¡Aquí las tienes, hazme el honor de recibirlas!»
181.- Y en ese momento desplegó su blanca tilma, en cuyo hueco, estando de pie, llevaba las flores.
182.- Y así, al tiempo que se esparcieron las diferentes flores preciosas,
183.- en ese mismo instante se convirtió en señal, apareció de improviso la venerada imagen de la siempre Virgen María, Madre de Dios, tal como ahora tenemos la dicha de conservarla,
184.- guardada ahí en lo que es su hogar predilecto, su templo del Tepeyac, que llamamos Guadalupe.
185.- Y tan pronto como la vio el señor Obispo, y todos los que allí estaban, se arrodillaron pasmados de asombro,
186.- se levantaron para verla, profundamente conmovidos y convertidos, suspensos su corazón, su pensamiento.
187.- Y el señor Obispo, con lágrimas de compunción le rogó y suplicó le perdonara por no haber ejecutado de inmediato su santa voluntad, su venerable aliento, su amada palabra.
188.- Y poniéndose de pie, desató del cuello la vestidura, el manto de Juan Diego,
189.- en donde se dignó aparecer, en donde está estampada la Señora del Cielo,
190.- y en seguida, con gran respeto, la llevó y la dejó instalada en su oratorio.
191.- Y todavía un día entero pasó Juan Diego en casa del Obispo, él tuvo a bien retenerlo.
192.- Y al día siguiente le dijo: «-¡Vamos! para que muestres dónde es la voluntad de la Reina del Cielo que le erijan su templecito».
193.- De inmediato se convidó gente para hacerlo, para levantarlo.
Para continuar leyendo: Hay muchos proyectos guadalupanos en internet. Para conocer mejor el Nican Mopohua, en esta página está el texto completo en la muy difundida traducción del P. Mario Rojas, editada en 1978, que es de donde hemos tomado los fragmentos que presentamos. esta página forma parte del magnífico ProyectoGuadalupe.com, que viene creciendo desde hace varios años (dirección actualizada en 2024), y ofrece no sólo el texto del Nican mopohua original y diversas traducciones con numeración comparable, mención de fuentes, etc... sino además textos valiosísimos que contextualizan el milagro, por ejemplo una carta al rey felipe II de los indios de México pidiéndole ciertas exenciones de servicios comunitarios por la necesidad de dedicar tiempo a la construcción del templo, carta enviada mucho antes de que el milagro comenzara a tomar su forma narrativa fija; y esto por citar sólo alguna de las auténticas golosinas guadalupanas que ofrece ese sitio. También, por supuesto, la propia Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe ofrece información detallada sobre el milagro, el Nican mopohua, y también sobre aspectos actuales de la devoción guadalupana, en particular deseo recoger y recomendar un apartado dentro de ese mismo sitio de la Basílica que muestra en una presentación «flash» muy bien hecha todos los detalles de la imagen, y aspectos de su posible simbolismo. Nota de 2024: el Proyecto Guadalupe revivió de otra manera, en un nuevo dominio, ya he cambiado la dirección, pero desconozco si tiene exactamente elmaterial anterior, creo que sí. la presentación flash no está ya disponible, per puesto que el sitio de la basílica sigue acogiendo material, dejo la referencia porque espero que en algún momento vuelvan a ponerlo en línea.
Las imágenes mostradas aquí son, en orden: la portada de la primera edición, en nahuatl, del Nican mopohua, realizada en 1649; luego dos fragmentos que contienen dos momentos del milagro: la recogida de las rosas y la antrevista con el Obispo en el que se produce el milagro de la tilma; esos dos fragmentos provienen del cuadro mostrado entero al final, obra del siglo XVIII, titulada «Virgen de Guadalupe con San Miguel y San Gabriel», óleo sobre tela de autor anónimo mexicano, de 60 X 85 cm. Este conjunto pictórico de la imagen, los dos arcángeles y momentos escogidos de la narración parecen formar una constante en la iconografía guadalupana; he escogido este cuadro porque es de hechura rústica y difícil de conseguir en internet, pero en la iconografía de la Virgen que puede recorrerse en los proyectos mencionados se encontrarán varios de los siglos XVII a XIX con similar composición.
Abel, me da gusto saludarte en este día en que México se viste de fiesta, sin excluir muchos otros países del continente americano y del mundo, en honor de la Santísima y siempre Virgen María de Guadalupe Madre de Dios, Jesucristo nuestro Señor.
Debo decir que la imágen que se selecciono para está página es muy bonita y de muy buen gusto.
Agradezco sinceramete las fuentes a las que nos remites.
Felicidades!
Atte.
Rubén
Gracias Abel, mejor no podia ser todo lo que hablas e instruyes acerca de nuestra siempre Virgen Santa María de Guadalupe!, anoche me detube en la "presentción flash" que bien documentada y exponen cada detalle de nuestra Señora de Guadalupe! que uno muchas veces la observa pero no distingue tanto y hermoso precioso detalle que tiene su túnica, su manto y sus estrellas, sus ojos lo que reflejan, la zapatilla que tanto tiempo de conocer a tan gran Señora María de Guadalupe! y pasaba desapersibida a mis ojos sus zapatos sus mirada siempre humilde siempre mexicana su tez morena siempre mexicana, gracias Abel por tanta dedicación! nuestra Santa María de Guadalupe! merece eso y mas. mil veces Gracias. Amén
Miriam Sandoval Quezada
Estimado Abel:
Felicitaciones por su dedicación a este tema que nos une al cielo con la tierra, de las santas Manos de nuestra Señora de Guadalupe, pienso que basta que pronunciemos su Nombre, ya estamos en sus santas Manos y exremadamente hundios en su Corazón misericordioso, particularmente al saber que estoy en sus Manos y bajo su bella Mirada, ya no tengo miedo a nada ni a nadie, me sumo a esa confianza de mi San Juan Diego y me encomiendo a este maravilloso hermano que nos mantiene unidos y protegidos por nuestra portentosa Madre de Guadalupe.
Abel, que en este su día, aprovechemos llenándonos de su amor de Madre, todo como decía mi San Ignacio de Loyola, todo sea para mayor gloria de Dios.
Hasta pronto, Carlos.
Muchas gracias. Ntra. Madre de Guadalupe me emociona mucho.
Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana
la Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac.
"Ecco, la morenita."
Gracias Abel =)
Esta Virgen tiene mucho misterio sus ojos e incluso dicen que en su vientre tiene a un niño vivo, demostrado científicamente. Esas cosas no la puedo entender o alguien que sacó eso de su cosecha o inventado.Pero de toda manera esa virgencita es algo muy especial. Saludos Abel.
saber que mi madre es la virgen de guadalupe se me salen las lagrimas madre querida dame la fe que tui tienes para quererte mas
no lo puedo creer perdona por todo lo que me has dado sin yo merecerlo
hola madre ya me perdonaste
Siendo Nuestra Madre, la Virgen María está viva en el cielo y hace lo que desea y Dios quiere. Cuando quiere y como quiere se deja ver de sus hijos para ayudarnos a todos a encontrar el camino de la conversión y de la Vida, que es Cristo Nuestro Señor, Rey del Mundo. ¡Viva, pues, la Virgen de Guadalupe!
No hay mejor relato que el de la Virgen de Guadalupe, madre nuestra y a quien le dedicamos los mexicanos todas nuestras alabanzas. El relato habla de una forma tan bonita como se apareció y a quien. No podía darse a alguien más puro e inocente que Juan Diego y la prueba que deja de las más hermosas flores su imagen para que el mundo la conozca, la siga, la venere. Yo siempre me he sentido protegido por ella y le rezo a diario pidiendo que me guíe y me proteja
La paz de Dios.
Muchas felicidades en este gran día.
A 7 años sólo del V centenario y tratándose de orígenes (por ser Madre nuestra) se olvida aquí explicar el hecho trascendental de ser Nuestra Señora naturalmente invocada en aquellos primeros años de virreinato con la advocación propia procedente de la península, por ser grande la devoción que se tiene aquí a la imagen de 1498 que se encuentra en el coro del Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, impulsado, dicho culto, en muy buena medida por la reina Isabel y los monjes jerónimos, pasando así la devoción de tierras extremeñas a las indias por los monjes franciscanos que catequizan el valle mexica.
Quedémonos con las palabras de Juan Pablo II en su visita a Guadalupe en 1982: “Debería haber venido aquí para comprender mejor la devoción mexicana”. Y con las del arzobispo primado de México, Norberto Rivera, en el prólogo del excelente libro del historiador Francis Johnston: “Gracias Señora por esas flores que hiciste brotar en nuestro suelo helado y árido que tan elocuentes fueron para nuestros padres indios; gracias por tu nombre de Guadalupe con el que pediste que te invocáramos pues con él los hermanaste con nuestros padres españoles que así te invocaban desde siglos antes en tu Santuario de los montes de Extremadura” (prólogo de The Wonder of Guadalupe: The Origin and Cult…, de Francis Johnston, 1996)
Palabras de la Virgen a Juan Diego https://encuentra.com/apariciones_marianas/palabras_de_la_virgen_a_juan_diego10672/
Bellísimas y entrañables Palabras de la Virgen de Guadalupe, dirigidas a San Juan Diego y a cada uno de nosotros.
Una Virgen mestiza (india y española).
Fusionó dos culturas enfrentadas a muerte.
Después de su aparición las conversiones se cuentan por MILLONES.
No había precedente en la historia de la Iglesia. Ni ha ocurrido nada semejante después, creo yo.
Es Patrona de América y de las Filipinas: 95 millones de fervorosos católicos a las puertas de China, Japón, India e Indonesia. La asignatura pendiente de la Iglesia.
Virgen de Guadalupe, Madrecita del Cielo, ruega por nosotros y POR EL MUNDO ENTERO.
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Estando en Valladolid, el rey del Imperio Español se interesa para que los misioneros, desde México, encuentren la "vía de retorno", para ir y venir de las Filipinas.
Pues los navegantes se perdían en el inmenso Pacífico. Finalmente esta vía se encuentra, navegando muy al norte del Océano. Duraba, entonces, entre 6 y 9 meses. Muchos no resistían y morían en el intento.
Cuando el consejo del Reino le sugiere al emperador Felipe II, que se abandonen las Filipinas (que llevan su nombre), pues de ellas no llega ni oro ni plata, como sí llega de América, Felipe II responde: "No abandonaremos las Filipinas, aunque le cuesten dinero al Imperio Español. Pues si abandonamos las Filipinas, perdemos la oportunidad de evangelizar el Extremo Oriente" (cita no literal).
Virgencita de Guadalupe, Patrona de América y de las Filipinas (y de la causa Provida), ruega por nosotros y por EL MUNDO ENTERO.
que belleza ...todo lo escrito aqui