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Taciano, hacia el año 170, creo una obra señera del estudio bíblico: el Diatessaron, que buscaba «El evangelio a través de los cuatro [eso significa diatéssaron] evangelios». En la actualidad podemos emular aquella obra precursora con medios electrónicos. Eso busca la sinopsis evangélica, ver los cuatro bajo una sola mirada.
1 Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea:
2 "Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos."
3 Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: 'Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.'
4 Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre.
5 Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán,
6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
7 Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente?
8 Dad, pues, fruto digno de conversión,
9 y no creáis que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham.
10 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
11 Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
12 En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga."
1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
2 Conforme está escrito en Isaías el profeta: "Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino."
3 "Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas",
4 apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados.
5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
6 Juan llevaba un vestido de pie de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre.
7 Y proclamaba: "Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias.
8 Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo."
3 Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados,
4 como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: 'Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas;'
5 'todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos.'
6 'Y todos verán la salvación de Dios.'
7 Decía, pues, a la gente que acudía para ser bautizada por él: "Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente?
8 Dad, pues, frutos dignos de conversión, y no andéis diciendo en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham.
9 Y ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego."
10 La gente le preguntaba: "Pues ¿qué debemos hacer?"
11 Y él les respondía: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo."
12 Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: "Maestro, ¿qué debemos hacer?"
13 Él les dijo: "No exijáis más de lo que os está fijado."
14 Preguntáronle también unos soldados: "Y nosotros ¿qué debemos hacer?" Él les dijo: "No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada."
15 Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo;
16 respondió Juan a todos, diciendo: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
17 En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga."
18 Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.