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El Testigo Fiel
formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
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Documentación: Gregorio Nacianceno, Obispo
Memoria de san Basilio Magno y san Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Basilio, obispo de Cesarea de Capadocia, apodado «Magno» por su doctrina y sabiduría, enseñó a los monjes la meditación de la Escritura, el trabajo en la obediencia y la caridad fraterna, ordenando su vida según las reglas que él mismo redactó. Con sus egregios escritos educó a los fieles y brilló por su trabajo pastoral en favor de los pobres y de los enfermos. Falleció el día uno de enero del año 379. Gregorio, amigo suyo, fue obispo de Sancina, en Constantinopla, y finalmente de Nacianzo. Defendió con vehemencia la divinidad del Verbo, y mereció por ello ser llamado «Teólogo». Murió el 25 de enero del año 390. La Iglesia se alegra de celebrar conjuntamente la memoria de tan grandes doctores.

Demos a los pobres nuestros bienes, para enriquecernos con los del cielo

fuente: Sermones (Sermón 14, 21-22: PG 35, 883-886)
Se utiliza en: Sábado, XXV semana del Tiempo Ordinario (impar)

El que sea sabio, que recoja estos hechos. ¿Quién dejará pasar las cosas transitorias? ¿Quién prestará atención a las cosas estables? ¿Quién reputará como transeúntes las cosas presentes? ¿Quién considerará como ciertas y constantes aquellas realidades objeto de la esperanza? ¿Quién distinguirá la realidad de la simple apariencia?; ¿la tienda terrena, de la ciudad celestial?; ¿la peregrinación, de la morada permanente?; ¿las tinieblas, de la luz?; ¿la carne, del espíritu?

¿Quién será capaz de distinguir entre Dios y el príncipe de este mundo, entre las sombras de muerte y la vida eterna, entre las cosas que caen bajo la percepción de nuestros sentidos y aquellas a las que no alcanza nuestra visión? Dichoso el hombre que, dividiendo y deslindando estas cosas con la espada de la Palabra que separa lo mejor de lo peor, dispone las subidas de su corazón y, huyendo con todas sus energías de este valle de lágrimas, busca los bienes de allá arriba, y, crucificado al mundo juntamente con Cristo, con Cristo resucita, junto con Cristo asciende heredero de una vida que ya no es ni caduca ni falaz.

Por su parte, David, como pregonero dotado de poderosa voz, se dirige a nosotros supervivientes con un sublime y público pregón, llamándonos torpes de corazón y amantes de la mentira, y exhortándonos a no poner excesivamente el corazón en las realidades visibles, ni a ponderar toda la felicidad de la presente vida en base a la abundancia exclusiva de trigo y de vino, que fácilmente se echan a perder.

Considerando esto mismo, también el bienaventurado Miqueas dice —es mi opinión—, atacando a los que se arrastran por tierra y tienen del bien sólo el ideal: Acercaos a los montes eternos: pues ¡arriba, marchaos! que no es sitio de reposo. Son más o menos las mismas palabras con las cuales nos anima nuestro Señor y Salvador, diciendo: Levantaos, vamos de aquí. Jesús dijo esto no sólo a los que entonces tenía como discípulos, invitándoles a salir únicamente de aquel lugar —como quizá alguno pudiera pensar—, sino tratando de apartar siempre y a todos sus discípulos de la tierra y de las realidades terrenas para elevarlos al cielo y a las realidades celestiales.

Vayamos, pues, de una vez en pos del Verbo, busquemos aquel descanso, rechacemos la riqueza y abundancia de esta vida. Aprovechémonos solamente de lo bueno que hay en ellas, a saber: redimamos nuestras almas a base de limosnas, demos a los pobres nuestros bienes para enriquecernos con los del cielo.

Otras lecturas del mismo autor

Sirvamos a Cristo en los pobres - [(Sermón 14, sobre el amor a los pobres, 38.40: PG 35,907.910)]
El bautismo de Cristo - [Sermón 39, En las sagradas Luminarias (14-16.20: PG 36, 350-351. 354. 358-359)]
Como si una misma alma sustentase dos cuerpos - [Sermón 43, en alabanza de Basilio Magno, 15,16-17.19-21 (PG 36,514-523)]
Vamos a participar en la Pascua - [Sermón 45, 23-24]
¡Qué admirable intercambio! - [Sermón 5,9.22.26.28]
Santa y piadosa es la idea de rezar por los muertos - [Sermón en honor de su hermano Cesáreo (Sermón 7, 23-24: PG 35, 786-787)]
Vivamos unos con otros la bondad del Señor - [Sermón sobre el amor a los pobres 14,23-25]
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