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El Testigo Fiel
formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
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Documentación: Cipriano, obispo y mártir
En Cartago, de la África romana, pasión de san Cipriano, obispo muy esclarecido en santidad y doctrina, que gobernó sabiamente la Iglesia en tiempos difíciles, consolidó la fe de los cristianos en medio de tribulaciones, y, en tiempo del emperador Galieno, después de sufrir un penoso exilio, consumó su fe en el martirio, decapitado por orden del procónsul ante gran concurrencia de pueblo. Su memoria se celebra también pasado mañana.

Los cristianos han de adorar a Dios frecuentemente y siempre

fuente: Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 34-35: CSEL 3, 292-293)
Se utiliza en: Lunes, XIII semana del Tiempo Ordinario (impar)

Por lo que se refiere a la frecuencia de la oración, vemos cómo los tres jóvenes, fuertes en la fe y vencedores en el cautiverio, observaban, junto con Daniel, las horas de tercia, sexta y nona, prefigurando el misterio de la Trinidad, que habría de revelarse en los últimos tiempos.

Los antiguos adoradores de Dios, habiendo ya de antiguo determinado tales espacios espirituales de oración, se dedicaban a ella según modalidades precisas y en tiempos fijados. El curso del tiempo puso de manifiesto que, en esta manera de orar los justos de épocas anteriores, se escondía un misterio. Pues a la hora de tercia descendió sobre los discípulos el Espíritu Santo, dando así cumplimiento a la gracia prometida por el Señor.

Asimismo, Pedro, subiendo a la azotea a la hora de sexta, fue instruido mediante una señal y por medio de la voz de Dios que lo interpelaba, sobre el deber de admitir a todos a la gracia de la salvación, puesto que anteriormente dudaba de conferir el bautismo a los paganos.

Y el Señor, crucificado a la hora sexta, a la nona lavó con su sangre nuestros pecados, reportando entonces con su pasión una victoria, que le permitió redimirnos y darnos la vida.

En la actualidad, carísimos hermanos, y al margen de las horas antiguamente observadas, han aumentado los espacios de oración al ritmo de los sacramentos. De hecho, hemos de orar también por la mañana, para celebrar con la oración matutina la resurrección del Señor.

Y es necesario orar además a la puesta del sol y al caer el día. En efecto, como Cristo es el verdadero sol y el verdadero día, cuando a la puesta del sol y al caer del día natural oramos pidiendo que salga sobre nosotros nuevamente la luz, en realidad imploramos la venida de Cristo portador de la gracia de la eterna luz.

En los salmos, el Espíritu Santo llama a Cristo «día». Ahora bien, si en las Escrituras santas Cristo es el sol verdadero, no queda hora alguna en que los cristianos no deban adorar a Dios frecuentemente y siempre, de modo que los que estamos en Cristo, esto es, en el sol y en el día verdaderos, debemos perseverar todo el día en la oración.

Y cuando según la alternativa rotación de los astros, la noche sucede al día, ningún daño puede sobrevenir a los orantes de las tinieblas nocturnas, porque para los hijos de la luz, las noches se convierten en días. ¿Cuándo, en efecto, está sin luz quien lleva la luz en el corazón? O ¿cuándo no hay sol y día para quien Cristo es sol y día?

Otras lecturas del mismo autor

Fe inquebrantable - [(Carta 10, 2-3.5: CSEL 3,491-492.494-495)]
La lucha por la fe - [(Carta 58, 8-9.11: CSEL 3, 663-666)]
Fabián nos da ejemplo de fe y de fortaleza - [(Cartas 9,1;8,2-3: CSEL 3,488-489.487-488)]
Una fe generosa y firme - [Carta 60, 1-2.5 (CSEL 3,691-692.694-695)]
Los sacramentos vitales - [Cartas (Carta 63, 8-9: CSEL 3, parte 2, 706-708)]
En la persecución se inflige la muerte, pero sigue la inmortalidad - [Del tratado a Fortunato (Cap. 13; CSEL 3,346-347)]
El coro numeroso de las vírgenes acrecienta el gozo de la madre Iglesia - [Del Tratado sobre el comportamiento de las vírgenes (Núms 3-4.22.23: CSEL 3,189-190.202-204)]
Pedimos de modo que nuestra oración recabe la salvación de todos - [Del Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 17-18: CSEL 3, 279-281)]
Es cristiano el que en todo imita a Cristo - [Sermón atribuido (PLS 1, 51-52)]
La esperanza nos sostiene - [Sobre los bienes de la paciencia 13 y 15]
El que da la vida nos enseñó a orar - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 1-3: CSEL 3,267-268)]
Santificado sea tu nombre - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 11-12: CSEL 3,274-275)]
Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 13-15: CSEL 3,275-278)]
Después del alimento, pedimos el perdón de los pecados - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 18.22: CSEL 3,280-281.283-284)]
Que los que somos hijos de Dios permanezcamos en la paz de Dios - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 23-24: CSEL 3,284-285)]
Hay que orar no sólo con palabras, sino también con hechos - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 28-30: CSEL 3,287-289)]
La oración ha de salir de un corazón humilde - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 4-6: CSEL 3, 268-270)]
Nuestra oración es pública y común - [Tratado sobre el Padrenuestro (Caps. 8-9: CSEL 3,271-272)]
Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 13-14: CSEL 3, 275-277)]
No anteponer nada a Cristo - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 15-16: CSEL 3, 277-279)]
No os agobiéis por el mañana - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 19-20: CSEL 3, 281-282)]
Después del alimento, pedimos el perdón de los pecados - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 22-23: CSEL 3, 283-285)]
Que los que somos hijos de Dios permanezcamos en la paz de Dios - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 24-25: CSEL 3, 285-286)]
Velad y orad - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 26-27: CSEL 3, 286-287)]
Hay que orar no sólo con palabras, sino también con los hechos - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 28-29: CSEL 3, 287-288)]
El Señor oraba por nuestros pecados - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 30-31: CSEL 3, 288-290)]
Buena es la oración con el ayuno y la limosna - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 32-33: CSEL 3, 290-292)]
Los que estamos siempre en Cristo, no cesemos de orar ni siquiera de noche - [Tratado sobre el Padrenuestro (Tratado 36: CSEL 3, 293-294)]
Cristo nos dio la paz y nos mandó que tuviéramos un solo corazón y una sola alma - [Tratado sobre la unidad de la Iglesia católica (12-14: CCL 3, 257-259)]
Los mártires están reservados para la diadema del Señor - [Tratado sobre los apóstatas (Cap 2, PL 4,479-480)]
Volved a mí, dice el Señor - [Tratado sobre los bienes de la paciencia (Tratado 3-4: CSEL 3, 398-399)]
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