Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
El Testigo Fiel
formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
rápido, gratis y seguro
conservar sesión
  • Por sobre todo, los miembros registrados dan forma y sentido a este sitio, para que no sea solamente un portal de servicios sino una verdadera comunidad de formación, reflexión y amistad en la Fe.
  • Además tienes ventajas concretas en cuanto al funcionamiento:
    • Tienes reserva del nombre, de modo que ningún invitado puede quedarse con tu identidad.
    • En los foros, puedes variar diversas opciones de presentación (color de fondo, cantidad de mensajes por página, etc.), así como recibir mail avisándote cuando respondan a cuestiones de tu interés.
    • También puedes llevar un control sobre los mensajes que leíste y los que no, o marcarlos para releer.
    • Puedes utilizar todas las funciones de la Concordancia Bíblica on-line.
registrarme
rápido, gratis y seguro
«Mira que estoy a la puerta y llamo,
si alguno oye mi voz y me abre la puerta,
entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo...»
formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
San Launomaro, abad
fecha de inscripción en el santoral: 19 de enero
†: c. 593 - país: Francia
otras formas del nombre: Laumer, Laudomaro, Lomer
canonización: culto local
hagiografía: Abel Della Costa
Elogio: Cerca de Chartres, en Neustria, san Launomaro, abad del monasterio de Corbión, que había fundado él mismo en la soledad de Perche.

Launomaro (una de las muchas formas en que se escribe su nombre) nace en tiempos de Clotario I, en la primera mitad del siglo VI. La fe va haciéndose carne en las Galias, desde el bautismo de Clodoveo, el siglo anterior; son muchos los que, recogiendo el ideal contemplativo se lanzan a la vida eremítica o a la fundación de pequeñas comunidades que terminarán siendo los grandes monasterios de uno o dos siglos más tarde.

El santo no perteneció a ninguna ilustre familia; lo pocos recuerdos que quedan de su infancia indican que guardaba los rebaños de su familia, y se nos ha conservado ese detalle porque según parece el santo comenzó ya en su primera juventud a gustar de la vida ascética, por lo que, cuando salía a la tarea en el campo, repartía la vianda del día entre los peregrinos que iba encontrando, y recién probaba su primer bocado a la noche, al regresar a la casa.

En algún momento habrá manifestado cualidades mayores, ya que lo siguiente que sabemos es que fue formado en las letras en Chartres (lo que, si no era de una familia pudiente, debía suponer un discernimiento previo por parte de algún prelado), y que concibió en ese tiempo el deseo de una vida completamente retirada, por lo que se marchó a la abadía de Micy, cerca de Orleas, habitada por piadosos eremitas. Pasa allí doce años y vuelve a Chartres, donde recibe las órdenes sagradas y es incorporado al capítulo catedralicio, cumpliendo allí la función de ecónomo.

Sin embargo esta clase de vida no le conforma, debe estar en continuo trato con el mundo y el comercio, mientras que él aspira a la perfección en la soledad. Por ello una noche se interna en los bosques de Chartres sin llevar nada, y con unas ramas se construye una celda, dispuesto a vivir en alabanza a Dios y al cuidado de su providencia. Pero la fama de los santos es difusiva, y poco a poco va recibiendo visitas, no sólo de peregrinos que quieren edificación espiritual, sino también de discípulos que desean someterse a su obediencia, y así poco a poco va surgiendo una comunidad que, hacia el año 570, será un nuevo monasterio: el de Corbión, llamado más tarde Moûtier-au-Perche.

La vida del santo está adornada con milagros y con el don de prever el futuro, y así se conocen de él muchos prodigios, junto con algunos otros que la fantasía popular fue añadiendo al acervo de su memoria. Se le atribuyen muchas curaciones, entre ellas de un paralítico, el apagamiento de un incendio con el trazo de la señal de la cruz, ¡y hasta el haber trasplantado una añosa encina con sólo realizar en el aire el mismo signo!

El relato de su vida se conoce por un escrito anónimo no muy tardío (quizás del siglo siguiente) que ha llegado hasta nosotros en copias posteriores. El cuerpo de san Launomaro, muerto hacia el 593, fue enterrado en Chartres, en la iglesia de Saint-Martin-du-Val, sin embargo, ya en el 595 hubo un primer traslado, del que queda constancia, a la abadía fundada por él, donde permaneció por tres siglos. Pero en el 874, por las invasiones normandas, los monjes buscaron refugio en Blois, y llevaron con ellos las reliquias de su santo fundador. Estas reliquias consiguieron atravesar las profanaciones de los hugonotes del siglo XVI, pero desaparecieron como tantas otras en 1793, con la Revolución. La historia benedictina reivindica a Laudomaro como uno de los suyos.

Ver Acta Sanctorum, enero II, pág. 229ss, donde se encuentra la Vita mencionada; en Petits Bollandistes de Guerin (I, pág 470ss) se reelabora a partir de ese mismo texto, y le añade notas históricas acerca de las reliquias. También está tratado en Acta Sanctorum Ord. S. Benedicti (Mabillion), I, pág 335ss, donde trae otra Bita, además de la reproducida en A.S.

 

Abel Della Costa
accedido 2369 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el enlace de la página
puedes agregar un comentario
nombre:
email (opt):
comentario:
Ip: 216.73.216.130
Copia este código antispam en el casillero:
© El Testigo Fiel - 2003-2025 - www.eltestigofiel.org - puede reproducirse libremente, mencionando la fuente.
Sitio realizado por Abel Della Costa - Versión de PHP: 8.2.29