San Casiano aparece inscrito en el Martirologio Jeronimiano. Según san Gregorio de Tours, sucedió a Reticio, obispo de Autún, en 314, y fue enterrado en una tumba cerca de la ciudad, a la que acudían los enfermos para obtener curación.
Las reliquias de Casiano fueron transportadas a San Quintín en 840 por el abad Hugo y, cinco años más tarde, fueron depositadas en la cripta de la iglesia: tal vez con ocasión de estos traslados, se escribió una «Vida» legendaria, que contrasta con los escasos datos ya conocidos. Según este texto, Casiano había nacido en Alejandría, en el seno de una familia noble, fue confiado al obispo de la ciudad para ser instruido en la fe católica y creció virtuoso y caritativo, estudiando las Sagradas Escrituras y visitando las tumbas de los mártires. En tiempos del emperador Joviano, fue nombrado obispo de Orta (Egipto) y se mostró como un pastor atento al bienestar espiritual de sus fieles. Deseoso del martirio, siguió una inspiración divina y, junto con algunos clérigos, abandonó su iglesia para dirigirse a la Galia. Llegado a Autún, fue acogido por el obispo Siinplicio, a quien sucedió al cabo de cuatro años, y murió tras veinte años de episcopado. La cronología del episcopado de Casiano, tal como se da en la Vida del siglo IX, parece demasiado baja y la de Gregorio de Tours es ciertamente preferible.
El nombre de la ciudad egipcia de la que se dice que Casiano fue obispo antes de ir a Aután aparece con diferentes grafías en los códices, por lo que, sin duda, proviene de allí que en el Renacimiento se pensara que Casiano había sido obispo de Orte u Ostia, en Italia.
Bibl.: AASS. agosto, II, Venezia 1751, pp. 59-69; Tillemont, X, pp. 675-78; Gregorio di Tours, In gloria Confessorum , esp. LXXIV, in PL, LXXI, coli. 881-82; Anal. Boli, IV (1885), pp. 159-66; BHL, I, pp. 247-48, nn. 1630-35; Duchesne, Fastes , II, p. 177; Lanzoni, pp. 10-11, 547; Martyr. Hieron., pp. 418, 419; Martyr . Rom p. 324; G. Bardy, in DHGE, XI, coi. 1317; Baudot-Chaussin, VIII, pp. 85-86. Artículo traducido para ETF de la columna de Gerard Mathon en Bibliotheca Sanctorum, II, pág. 478. La antigua fotografía que ilustra el artículo muestra la tumba de San Casiano en San Quintín que menciona el artículo, lamentablemente destruida en 1918, por lo que esta fotografía postal de la época es todo lo que queda de ella (en el Archivo patrimonial de la región de Haute-de-France).