El mártir que la Iglesia conmemora en este día junto con el papa san Ponciano, era un sacerdote romano -quizás de origen griego- llamado Hipólito, que vivió a principios del siglo III. Era un hombre muy erudito y el más destacado de los escritores teológicos de los primeros tiempos de la Iglesia de Roma. La lengua que usaba en sus escritos era el griego. Tal vez había sido discípulo de san Ireneo, y San Jerónimo le calificó de «varón muy santo y elocuente». Hipólito acusó al papa san Ceferino de haberse mostrado negligente en descubrir y denunciar la herejía. Cuando san Calixto I fue elegido papa, Hipólito se retiró de la comunión con la Iglesia romana y se opuso al Sumo Pontífice. Un núcleo reducido pero influyente de cristianos romanos lo eligieron obispo, por lo que resultó ser el primer antipapa de la historia. El cisma de Hipólito continuó durante los pontificados de Urbano I y de Ponciano.
Durante la persecución de Maximino, fue desterrado a Cerdeña junto con el papa san Ponciano, el año 235 y consta que allí Ponciano renunció a su episcopado para que los romanos pudieran elegir sucesor. Presumiblemente Hipólito hizo lo mismo; lo cierto es que en el exilio se reconcilió con la Iglesia y murió mártir en aquella isla insalubre a causa de los malos tratos que recibió. Su cuerpo fue, más tarde, transladado al cementerio de la Vía Tiburtina.
Prudencio, basándose en una interpretación equivocada de la inscripción del papa san Dámaso, confunde a san Hipólito con otro mártir del mismo nombre y afirma que murió descoyuntado por un tiro de caballos salvajes en la desembocadura del Tíber. En un himno refiere que siempre había sido curado de sus enfermedades de cuerpo y alma cuando había ido a pedir auxilio a la tumba de san Hipólito y agradece a Cristo las gracias que le ha concedido por la intercesión del mártir. El mismo autor asegura que la tumba de san Hipólito era un sitio de peregrinación, frecuentado no sólo por los habitantes de Roma, sino por los cristianos de sitios muy remotos, sobre todo el día de la fiesta del mártir: «La gente se precipita desde la madrugada al santuario. Toda la juventud pasa por ahí. La multitud va y viene hasta la caída del sol, besando las letras resplandecientes de la inscripción, derramando especias y regando la tumba con sus lágrimas. Y cuando llega la fiesta del santo, al año siguiente, la multitud acude de nuevo celosamente ... y los anchos campos apenas pueden contener el gozo del pueblo». Otra prueba de la gran veneración en que los fieles tenían a san Hipólito, es que su nombre figura en el canon de la misa ambrosiana de Milán.
En 1551, se descubrió en el cementerio de san Hipólito, en el camino de Tívoli, una estatua de mármol del siglo III que representa al santo sentado en una cátedra; las tablas para calcular la Pascua y la lista de las obras de san Hipólito están grabadas en ambos lados de la cátedra. La estatua se halla actualmente en el Museo de Letrán.
De san Ponciano sabemos mucho menos que de su compañero de martirio. Era probablemente romano, y sucedió a san Urbano I en la sede de Roma hacia el año 230. Convocó en Roma el sínodo que confirmó la condenación pronunciada en Alejandría de ciertas doctrinas que se atribuían a Orígenes. Cuando estalló la persecución de Maximino, el papa fue desterrado a la isla de Cerdeña, calificada de «insalubre», probablemente por razón de las minas que había en ella. Allí renunció al pontificado; pero no sabemos si vivió aún mucho tiempo, ni cómo murió. Según la tradición, pereció apaleado.
Algunos años más tarde, el papa san Fabián trasladó los restos de Ponciano al cementerio de san Calixto, en Roma, donde se descubrió su epitafio original, en 1909. En la Depositio Martyrum, del siglo IV, se asocia el nombre de san Ponciano con el de san Hipólito y se designa el 13 de agosto como día de la conmemoración: «Idas Aug. Ypoliti in Tiburtina et Pontiani in Callisti.»
Artículos del Butler-Guinea correspondientes a san Hipólito (13 de agosto) y san Ponciano (19 de noviembre en el antiguo calendario), unidos y modificados. Los estudios sobre san Hipólito, desde el descubrimiento en 1851 de los «Philosophoumena», han avanzado de década en década; puede verse un resumen biográfico esencialmente coincidente con el que dimos, en Quasten, Patrología I, pero lo más simportante allí es recorrer las obras que se le atribuyen y que se conservan.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedido 13451 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el enlace de la página
Comentarios
por Esperanza Guzman Nieto (i) (186.80.186.---) - viernes , 13-ago-2010, 4:01:50
Éste par de Santos nos muestran el camino de la humildad, de aceptar las enseñanzas y el primado del papa como obra del Espíritu Santo...un gran ejemplo para nuestro tiempo, en donde nos falta tanta humildad y obediencia...humildad para estudiar el Catecismo de la Iglesia Católica, y obediencia para vivir las enseñanzas de Dios a traves de nuestra Iglesia, madre y maestra...nuestra Iglesia la que nos enseña la fe en la que debemos vivir....
por juan (i) (50.10.97.---) - jueves , 14-oct-2010, 4:17:17
hola yo soy de mex i mis papas son de puebla y tmbien selebran a san hipolito pero saben poco de su istoria y mejustaria saber toda suvida o si hay un libro de el mejustaria saber donde puedo comprarlo
por rosago (95.62.198.---) - miércoles , 13-ago-2025, 3:15:48
Me ha llamado la atención la trayectoria de S. HIPOLITO. Sabes cual es la herejía que dice que él reprochó al papa S. Ceferino ser negligente rechazandola?
por rosago (95.62.198.---) - miércoles , 13-ago-2025, 3:22:46
Me ha llamado la atención la trayectoria de S. HIPOLITO. Sabes cual es la herejía que dice que él reprochó al papa S. Ceferino ser negligente rechazandola?
He encontrado esto. No sé si es lo mismo: herejía de los «Melquisedequianos»), considerándolo un «gran poder» celestial superior a Cristo (Teodoto el banquero), un «ángel» (Orígenes), o incluso identificándolo con el «Espíritu Santo» (Hieracas el egipcio). Asimismo, Melquisedec fue interpretado como una figura soteriológica en la literatura gnóstica, teniendo un carácter celestial-angelical, sacerdotal y guerrero
por rosago (95.62.198.---) - miércoles , 13-ago-2025, 3:35:43
Hipolito en Philosopheumena, acusaba al papa de adepto al monarquianismo modalístico o modalismo, doctrina que negaba la Trinidad y que posiblemente aceptó Ceferino, influenciado por su consejero Calixto, como respuesta al montanismo.[2]? En dicha obra, Hipólito describe a Ceferino como torpe e ignorante, lo cual puede ser cierto, ya que no gozaba de los conocimientos teológicos de su archidiácono y consejero.
por rosago (95.62.198.---) - miércoles , 13-ago-2025, 3:39:57
La historia de la Iglesia es realmente muy "decidora" (como se dice en Colombia) de cómo siempre ha tenido problemas y por lo tanto los problemas actuales no pueden escandalizarse y menos olvidar que es el Espíritu Santo el que la conduce
por Abel (46.6.56.---) - miércoles , 13-ago-2025, 5:47:23
No he estudiado muy a fondo el caso, pero por lo que sé los problemas no sólo estaban en el nivel de los enunciados teológicos, sino también en esos más cotidianos de las rivalidades eclesiásticas: una persona de la formación, la trayectoria y el rigor teológico de san Hipólito, humanamente estaba poco inclinado a aceptar un desclasado como Ceferino, o a su diácono y sucesor Calixto. Como el mismo artículo de Ceferino afirma: "no debe tenerse como demasiado imparcial el juicio que Hipólito en sus «Philosophoumena» (IX, 11) vierte sobre Ceferino".
Eso no quiere decir que los problemas con las doctrinas trinitarias no fueran reales, pero en la época todavía no había un desarrollo tan grande de la doctrina sobre la Trinidad como para que pudiéramos afirmar con exactitud qué tendencia seguían Ceferino o Calixto. Más bien me parece que el problema de fondo, como fue durante más de dos siglos, estuvo en la misericordia de la Iglesia (que Ceferino y Calixto representaron, contra rigoristas como Hipólito) que llevó a aceptar la vuelta de aquellos que habían apostatado en tiempos de persecución o que habían caído en pecados muy graves, la cuestión de los "relapsi". Más o menos por motivos parecidos los Hipólitos contemporáneos repudiaron a Papa Francisco, así que nada nuevo bajo el sol.
Como siempre, debemos agradecer a la Providencia, que pone de papas a los desclasados y no a los hipólitos. No quedaría Iglesia ya si fuera por ellos, de tan pura que la imaginan, no quedarían dentro ni ellos mismos.
Te aconsejo el artículo sobre Calixto: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_3750
por rosago (95.62.198.---) - domingo , 17-ago-2025, 3:46:26
Acabo de leer la historia de S. Calixto... Muchas gracias por enviármela. Me ha aclarado mucho las diferencias con S. HIPOLITO. Sí, te doy la razón con que Francisco siguió mas la linea de Calixto y muchos rigoristas la de S. Hipolito. Y LOS DOS SON SANTOS!!!