Nació en Campo de Criptana (Ciudad Real), primer hijo de Salvador, de profesión médico, y de Amalia, natural de Corral de Almaguer, el 9 de noviembre de 1914. Frecuentó el parvulario de las dominicas de la Anunciata. En la infancia perteneció a lo que llamaban «Cruzada Eucarística» y fue presidente de este grupo. Posteriormente se inscribió en la «Juventud de Acción Católica». Cursó después los estudios de bachillerato, primero en el colegio llamado Hispano y, después, en el llamado Teresiano, como aseguraba su padre.
Pasó a continuación a Madrid, para cursar medicina, en el curso 1932-1933. Se manifestaba en él, al decir de su propio padre, un alma inclinada a la espiritualidad, selecta entre las mejores. Terminado el curso 1933-1934 y ya en casa disfrutando de las vacaciones de verano, manifestó el 16 de julio, su decisión de dar un rumbo nuevo a la vida. Deseaba pedir el ingreso en la Compañía de Jesús. Hizo sus gestiones en la residencia que los jesuitas tenían en Ciudad Real pero, a los pocos días, resolvió plantear su entrada en los dominicos de Almagro. Ayudado por fray Francisco Barbado Viejo, futuro Obispo de Salamanca, entró en el convento de Nuestra Señora del Rosario de Almagro, el 2 de noviembre de 1934. Desde el primer momento reflejó su satisfacción por hallarse en una comunidad religiosa. Con el paso de los meses se afianzaba cada vez más en su seguridad de estar en el lugar que Dios quería para él. Entró en la vida religiosa el 8 de septiembre de 1935, en Almagro.
Recibió un salvoconducto falso el 21 de julio de 1936 para reintegrarse la casa paterna, pero fue detenido en Manzanares (Ciudad Real) y de nuevo en Alcázar de San Juan, donde fue encarcelado con franciscanos y trinitarios. Fue muerto a los 21 años, hacia la una de la madrugada del 27 de julio de 1936. Sus reliquias no han podido identificarse.