Alguien, de por ahí, ¿vio la última Cima?; la película documental sobre un sacerdote joven, que murió, haciendo alpinismo.
Yo, la vi, y, bueno tengo que “reverla,” porque la verdad, no me convenció, y, no me convenció, por una cosa, y, es que el curita en cuestión, es don perfecto, en todos los sentido, y, eso, no existe, además aparece, gustando a todos, y, eso, ni Jesús lo tuvo; yo cuando la vi, esperaba ver algo más normal, un ser humano, que a veces enfadara a la gente, que tuviese algún defectillo, no digo pecados, defectillos; pero la película, parecía, como hecha “para venderlo”;
Un abrazo
Maite
“Que sepan las naciones que no hay Dios fuera de Tí”
son los signos de los tiempos. rajoy tampoco ha roto un plato (aunque su cara de foto y mitín bobalicona, su tic en el ojo izquierdo cuando dice 'pensiones' le delata y delata al acierto de su medicación), según su "auto"biografía.
son cosas del adoctrinamiento actual y del control mental social.
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El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Me gusto la película, aunque era un documental sin el efecto adormecedor de los documentales, hay un predominio de la alegría al recordarlo, tal vez era lo que Pablo Dominguez transmitía... No son los valores predominantes de los sacerdotes de nuestras latitudes. Creo que también es fuerte el testimonio del realizador de la película.
La verdad es que de todas, no he visto, más que “La última Cima”.
Por supuesto, el producto -director, muy valiente, lo que pasa es, que la imagen que me dio del “ padre. Pablo Domínguez”; fue demasiado perfecta, me recordó, y, no fui la única persona, a las hagiografías, de aquellos santos que de bebes “no mamaban los viernes”. Es que los “ evangelios, le ponen más defectos a Jesús”; toda la gente, que lo trato, la familia, compañeros, todos, estaban encantados con el padrecito; no hubó que dijera, pues no sé cualquier cosa, es que seres humanos perfectos, no existen. Todos tenemos “cosillas”; Recordaba las biografiás de Teresa de Lisieux, pues le gana; por otro lado; hubo, una persona que no “ habla” en la película; el mendigo al que atiende un día.
Seguramente era una persona entrañable, que por cierto; no murió atendiendo enfermos, ni apestados, ni en defensa de la Fe, si no en un accidente de montaña; (con el vértigo que tengo, eso para mí, ya lo hace un héroe; aunque no un santo; claro esta); montaña a la que había acudido, con una chica amiga de la familia:montaña en la que según el film. Celebro la Eucaristía. Lo que no sé es como lo saben
Al verla tampoco pude dejar de pensar, en esos curas de aldea, que recorren cientos de kilómetros, para celebrar en 3, 4 y hasta más parroquias, para llevar el consuelo de los sacramentos, a los enfermos, o, para hacer compañía, a viejos que viven solos.
Esos pobres curas, benditos curas, a los que nunca, hará nadie un documental, porque no dan conferencias, ni mueren despeñándose por una montaña, mueren en su cama, a veces de frío, porque les da por regalar sus mantas. Por supuesto, estos también tienen defectos.
Y, hablo de defectos, no de pecados, que como todo hijo del Adán, también
Gerard, lo de los políticos Rajoy y compañía, es otro tema, ya sabes, un político es un hombre público ponlo en femenino, y, mira lo que sale
Un abrazo
Maite
“Muéstranos Señor, la luz de tu misericordia”
Recordaba las biografiás de Teresa de Lisieux, pues le gana;
jajajaja
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»