Ya que están todos tan poco locuaces, a ver si al menos les gusta esta peli
Oasis, del mismo director de Poetry, aunque de unos años antes (2002). A mí me gustó mucho, pero la verdad es que prefiero cederle la palabra a Hernán, que hizo un estupendo comentario en su blog que -con su permiso- se lo copio pego aquí (en el original está mejor formateado, pero el editor de lso foros no da para mucho...):
Este viene a ser Jong-Du, personaje de una película coreana de Lee Chang-Dong * (Oasis – 2003. Del mismo director he visto “Poetry”, “Secret Sunshine” y “Peppermint Candy”, y todas me parecen valiosas, sobre todo Poetry). Pero lo que más me interesó de la película fueron los personajes – lo mismo que suele pasarme con las novelas..
Ella es una cuadripléjica espástica (parálisis cerebral), mentalmente sana – aunque esto último casi nadie de su entorno parece notarlo. Impresiona el trabajo de la actriz, sí. Pero a mí me interesó más él.
Él es de esos hombres que -en privado- describiríamos como “medio tonto”… sin llegar ser un deficiente mental; problemas de conducta, sin ser malo ni agresivo; de esos que impacientan e irritan… Irresponsable, inmaduro, su familia no sabe qué hacer con él. Vive tragándose reproches (merecidos en buena parte), absorbiendo golpes con esa sonrisa de perro apaleado, sorbiéndose los mocos… Incorregible, para bien y para mal, casi impermeable a la humillación; socialmente inviable… pero al mismo tiempo muy abierto al otro.
Justamente, esa apertura es lo que lo acercará a la cuadripléjica; y ya se ven venir la historia de amor de los dos parias. Sí, pero no es nada hollywoodense el asunto… empezando por cómo empieza el acercamiento: por un intento de violación. Intento frustrado porque ella se desmaya; y él se asusta y se maldice a sí mismo: “Maldito retrasado!” – queda ambiguo (quizás por la traducción) si lo dice en un sentido literal o es mera exclamación. En todo caso, por poca autoestima que él tenga, no parece necesitar más que ese poco.
Una escena: de noche en una autopista, en la moto de la empresa donde trabaja haciendo repartos, él se cruza con un auto (montado sobre un otro vehículo) en el que están filmando una película, presumiblemente frívola-romántica. El da media vuelta, y se pone a seguirlos (para fastidio del equipo de filmación), zigzagueando, gritando su curiosidad y su entusiasmo infantil. De tan excitado, termina cayéndose… y allí queda, la moto rota, y él, en la oscuridad, entre los faros y los bocinazos de los autos que pasan, absorbiendo el golpe, una vez más…
No estoy seguro de por qué este Jong-Du me ha resultado memorable y conmovedor. Creo que, oscuramente, le envidio algo, algo que nunca tendré. Y hasta me pregunto (¿temo?) si no tendrá algo que ver con aquella bienaventuranza dedicada a los pobres de espíritu.
* Me hago un lío con los nombres coreanos… el primero (Lee) vendría a ser el apellido, el segundo el nombre; y este normalmente es doble (Chang-Dong): uno compartido con los hermanos y otro propio.
Tomado de: Esperando nacer
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
La vida en la frontera. Me lo he pasado bomba con la peli. Vaya interpretaciones. El tío es a prueba de bombas. La única vez en que se enfada es la única vez que hace algo verdaderamente malo. A pesar de todo, se levanta, con la misma facilidad que aguanta las mayores burradas que hace y dice su propia familia. No sé el dinero que habrá costado, seguro que mucho menos que cuaquier superproducción. Me ha encantado. Gracias, Abel, por el regalo.
Un saludo
madre mía esa familia! o te pasas todo por allí o te suicidas...
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