Estas oraciones están tomadas de los oficios comunes del Breviario Romano, por su propia naturaleza están aprobadas por la Iglesia. Se utilizan en el Tutorial para armar triduos y novenas
-Se buscará entre las categorías la que mejor se adapte al santo que queremos honrar.
-Debe reemplazarse el nombre de san/santos/ta/tas N. por los nombres que correspondan.
Te pedimos, Señor, que nosotros tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo, y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Perdona, Señor, los pecados de tus fieles y, ya que nuestros actos no pueden complacerte, sálvanos por intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Dios de misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, vernos libres de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión poderosa de la Virgen María [en su advocación de ...], para que nos veamos libres de todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Todos los apóstoles tienen oración propia, que se puede encontrar en el santoral, así que no hay comunes para ellos.
varios mártires:
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a los mártires N. y N. la gracia de morir por Cristo, ayúdanos en nuestra debilidad para que, así como ellos no dudaron en morir por ti, así también nosotros nos mantengamos fuertes en la confesión de tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Que la oración de tus mártires N. y N. nos valga, Señor, en tu presencia, y nos dé la fortaleza necesaria para confesar con firmeza tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
vírgenes mártires
Padre nuestro del cielo, que nos alegras con la fiesta de las santas N. y N., concédenos la ayuda de sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo de su virginidad y de su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
mujeres mártires
Padre todopoderoso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la debilidad; por esto te pedimos que a cuantos celebramos el triunfo de tus mártires santas N. y N. nos concedas el don de fortaleza con el que ellas salieron vencedoras en el martirio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un mártir
Dios de todo poder y misericordia, que infundiste tu fuerza a san N. para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Padre todopoderoso, que concediste al mártir san N. pelear el combate de la fe hasta derramar su sangre, te rogamos que su intercesión nos ayude a soportar por tu amor la adversidad, y a caminar con valentía hacia ti, fuente de toda vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
una virgen mártir
Padre nuestro del cielo, que nos alegras con la fiesta de santa N., concédenos la ayuda de sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo de su virginidad y de su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
una mujer mártir
Padre todopoderoso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la debilidad; por eso te pedimos que a cuantos celebramos el triunfo de tu mártir santa N. nos concedas el don de fortaleza con el que ella salió vencedora en el martirio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un papa:
Dios todopoderoso y eterno, que pusiste al papa san N. al frente de tu pueblo, para que con su ejemplo y su palabra lo ayudara a crecer en santidad, protege, por su intercesión, a los pastores de la Iglesia y al rebaño que les has confiado, para que siempre caminen por las sendas de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un obispo:
Señor, tú que has querido contar en el número de los santos pastores a tu siervo san N., y lo has hecho brillar por el fuego de la caridad y el poder de una fe que vence al mundo, haz que, por su intercesión, perseveremos en la fe y en el amor, y merezcamos así participar de la gloria con que lo coronaste. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un fundador de una iglesia:
Señor, tú que por la predicación de [tu obispo] san N. llamaste a nuestros padres a luz del Evangelio, concédenos, por su intercesión, crecer continuamente en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un pastor:
Señor, luz de tu pueblo y pastor de los hombres, que, dentro de la Iglesia, has confiado a [tu obispo] san N. la misión de apacentar a tu pueblo con su predicación y de iluminarlo con su vida y su ejemplo, concédenos, por su intercesión, guardar íntegro el don de la fe que nos legó su palabra y seguir el camino que nos marcó con su ejemplo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Señor, Dios nuestro, que infundiste en [tu obispo] san N. espíritu de verdad y de amor para apacentar a tu pueblo, concede a cuantos celebramos su memoria crecer en santidad, imitando su ejemplo, y recibir el auxilio de su intercesión poderosa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un misionero:
Dios y Señor nuestro, que por tu amor hacia los hombres has querido que san N. anunciara a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, concédenos, por su intercesión, crecer en el conocimiento de tu misterio y vivir siempre según el Evangelio, dando fruto abundante de buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, Dios nuestro, que has querido infundir en san N. tu admirable doctrina, concédenos, por su intercesión, permanecer siempre fieles a esa misma doctrina, y modelar conforme a ella nuestra propia conducta. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, tú que te complaces en habitar en los limpios de corazón, concédenos, por intercesión de santa N., Virgen, vivir, por tu gracia, de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Escucha, Señor, nuestras plegarias, para que cuantos devotamente recordamos las virtudes de tu virgen santa N. Permanezcamos en tu amor y crezcamos en él hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
varias vírgenes:
Manifiesta Dios nuestro la grandeza de tu amor hacia nosotros, para que, así como hoy nos alegramos al celebrar las fiestas de tus santas N. y N., podamos igualmente disfrutar en la gloria de su eterna compañía. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
cambiar el género para mujeres
Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie puede serlo sin tu gracia; por eso te pedimos que, mediante la intercesión de san N., nos ayudes a vivir de tal forma en el mundo, que nunca nos veamos privados de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Concédenos, Dios todopoderoso, que el ejemplo de los santos nos estimule a una vida más perfecta, para que al celebrar la memoria de san N. lo sepamos imitar en las obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Derrama, Señor, sobre nosotros el espíritu de tu sabiduría y amor con que llenaste a tu hijo san N., para que, a imitación suya, te obedezcamos siempre con sencillez y te agrademos con nuestra fe y nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
varios santos:
Dios todopoderoso y eterno, tú has querido darnos una prueba suprema de tu amor en la glorificación de tus santos; concédenos ahora que su intercesión nos ayude y su ejemplo nos mueva a imitar fielmente a tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
o bien:
Dios todopoderoso, la admirable vida de tus santos N. y N. nos da a todos ejemplo saludable; concédenos ahora que su poderosa intercesión nos obtenga también las ayudas del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un religioso:
Señor, tú que otorgaste a san N. la gracia de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de este santo, la gracia de vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has propuesto en la persona de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un abad:
Señor, tú que has querido dejarnos en san N. abad, un claro testimonio de perfección evangélica, concédenos, por su intercesión, abrazar de corazón las realidades del cielo en medio de las vicisitudes de este mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un santo consagrado a la actividad caritativa:
Señor, Dios todopoderoso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el amor a ti y al prójimo; concédenos que, imitando la caridad de san N., podamos ser un día contados entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
un educador:
Señor, tú elegiste entre tus fieles a san N. para que mostrara a sus hermanos el camino que conduce a ti; concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Es más una duda que un comentario. El santo del día ¿tiene una capacidad de intercesión especial o no necesariamente?
Jaime: el "poder" de un santo, de cualquier santo, incluso de la Virgen María, está en su capacidad suplicante ante Dios, no es un poder ejecutivo, los santos no pueden "hacer" cosas, sino pedirlas ante Dios, que es el único que "hace" cosas. Por ese motivo, la capacidad que tienen está estrictamente ligada a las oraciones que les dirigimos: si no les oramos, no interceden, si les oramos, interceden. El "santo del día" simplemente nos es mas cercano, porque se nos ofrece como en un escaparate, lo visualizamos, y le podemos rezar.... eso es todo, nada más (ni nada menos).
El mayor poder de un santo está en su capacidad de estimular nuestra vida, con su intercesión, pero también con su ejemplo, a que reformemos la nuestra. En cierto modo los santos de cada día están más visibles, por un día, que los demás.