La doctrina del pecado original es una doctrina teológica, un desarrollo dogmático que arranca en san Agustín y culmina en Trento (con la promulgación del dogma). Romanos 5 es el texto escriturístico principal que permitió a la tradición teológica conectar el relato de Adán y Eva con el problema de la herencia del pecado, pero en sí no contiene la doctrina del pecado original, y no es adecuado mezclar los problemas. Me dedicaré en esta respuesta al problema de la traducción de Romanos 5,12. Dejo para otra ocasión hablar del dogma del pecado original, un problema teológico distinto y que llevaría mucho más tiempo y dificultad exponerlo, por eso he recortado un poco la pregunta original.
No sé dónde has leído lo que comentas acerca de la traducción de Romanos 5,12, pero, si lo que me transmites es lo que leíste, es incorrecto, aunque puede ocurrir que el autor estuviera explicando el difícil problema de la traducción de Rm 5,12 y entendieras mal la dificultad. Intentaré por mi parte ayudar a comprender cuáles son los problemas de este pasaje.
- Primero que nada: Rm 5,12 forma parte de un contexto argumentativo, y eso no debería olvidarse nunca: la Biblia no es una usina de formulaciones teológicas, y poco se gana aislando versículos. La crítica aquí no es hacia ti sino hacia toda una práctica teológica que tendió a aferrarse a las formulaciones y perder de vista los contextos. Si tomo la cuestión teológica de la hereditariedad del pecado desde Adán, el centro de ese problema es el pecado. Pero el centro de la reflexión de san Pablo no es el pecado, sino la redención traída por Cristo: reflexionar sobre la redención le lleva a la cuestión del pecado, que la da casi como sabida. Lee el conjunto de Rm 5 y verás que el centro está en la redención.
- El primer problema grande en la comprensión de Rm 5,12 es que acaba en anacoluto, es uno de los tantos anacolutos paulinos. San Pablo era un predicador, y aunque escribiera, lo hacía como predicando oralmente. Es muy común que en el habla oral se produzcan inconsecuencias del discurso, cortes, frases no resueltas. En realidad nos pasa a todos, pero Pablo dejó testimonios por escrito que son —teológicamente— "sangrantes", porque uno desearía (incluso necesitaría) saber qué venía después, pero no lo dice.
Por ejemplo, la traducción litúrgica (CEE) dice: "Por tanto, lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron…" Como puedes ver, deja tres puntos suspensivos al final, precisamente porque la frase no sigue, nunca sabremos para dónde iba el razonamiento de Pablo, porque a veces esos anacolutos se retoman, y otras mueren. En este caso esa línea de discurso muere.
Algunas traducciones optan por hacer desaparecer el anacoluto: "Así como por un hombre penetró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte, así también la muerte se extendió a toda la humanidad, ya que todos pecaron." (Biblia de nuestro Pueblo).
Pero no estoy seguro de que sea una buena solución, porque carga el acento en que esta respuesta es completa, y en realidad no lo es, sólo que no sabemos cómo seguía, con qué se equilibraba ese "lo mismo que..."
Algunos dicen que el anacoluto se resuelve en 5,17, entendiendo 5,13-16 como una digresión (que ciertamente lo es), pero no es del todo cierto, es verdad que retoma el tema, y sí, podemos suponer que el conjunto del razonamiento apunta a que lo mismo que por un pecado murieron todos, por la muerte de un justo, todos son justificados, que es precisamente a lo que apuntará en Rm 5,19. Temáticamente se puede dar por recuperado el anacoluto, pero sintácticamente no hay tal recuperación.
El siguiente gran problema del texto es la traducción del "ef'ho", la partícula que nosotros solemos volcar como "en el cual". Puede ser que el texto que leíste estuviera haciendo la crítica de san Jerónimo en ese punto, porque él optó por una traducción latina, "in quo omnes peccaverunt", que limita un poco el texto. Pero no es una mala traducción, es sólo muy parcial para la riqueza del texto griego, y creo que nadie ha dado todavía con una traducción que abarque todo el sentido, hay que resolverlo por vía de la interpretación, no de la traducción.
"Ef'ho" es la preposición "epí" (con la pérdida de la i y la aspiración de la p por la unión con el relativo); el relativo está en dativo singular, y puede ser masculino o neutro. El significado de epí + dativo es muy amplio; te copio las posibilidades que da una gramática griega, que trae ejemplos de cada uso, sólo para el caso dativo (además la preposición admite ser usada con acusativo y con genitivo... es una preposición muy principal):
De lugar: sobre
De tiempo: después de
Figurado: [alegrarse] por algo (causa)
[prestar] a interés (condición)
[aprender] para instruirse (objeto o fin)
en poder de (dependencia)
Traduciendo literalmente dice:
"Por esto, así como por un hombre el pecado vino al mundo, y a través del pecado la muerte, y así la muerte se propagó hacia todos los hombres ef'ho todos pecaron"
Por esto: es decir, parece ser la conclusión de un razonamiento mayor, que venía antes, y que podemos resumir con 5,11: en Cristo hemos sido reconciliados.
La muerte: es consecuencia del pecado, no hay dudas en eso, no sé qué diría el texto que leíste, pero no hay en eso la menor ambigüedad: la muerte llegó por el pecado (doctrina de Gn 2-3) y se propagó a todos los hombres (doctrina de experiencia).
Ef'ho: el problema de la preposición es que al no tener la segunda parte del razonamiento, es difícil establecer un significado único. Además hay que tener presente que en griego "thánatos" (muerte) es masculina, por tanto es la palabra concordante más cercana al relativo. Podría ser:
-Que el pecado personal sea causa de la propagación de la muerte: "porque todos pecaron"
-Que la muerte sea la manifestación del poder universal del pecado: "en tanto todos pecaron"
-Que la muerte misma (por ejemplo, el temor a la muerte que Hebreos explicita después como una servidumbre que el régimen cultual de la Ley no puede resolver —cfr. Hb 2,15 y caps. 9-10—) sea causa del pecado: "por la cual (muerte) todos pecaron"
Esto siempre teniendo como antecedente Thánatos, pero también podría ser que esté pensando en el "solo un hombre", en ese caso podría ser:
-Que en ese hombre todos —de alguna manera no aclarada— pecaron.
Te das cuenta que los tres sentidos primeros, que son más probables que el cuarto porque tienen el antecedente más cercano, dependen de la palabra muerte; pero en latín "mors" es palabra femenina, por tanto, aunque san Jerónimo tradujo bien (porque efectivamente el sentido que él transportó está también en el original), achicó el horizonte de comprensión, porque escogió entre el "Homo, in quo" y "Mors, in qua", y se quedó con la primera concordancia, que ayudaba a resolver el problema no resuelto de cómo estaban todos contenidos en Adán: el pecado del primero marcó históricamente a su descendencia. De allí saldrá luego la doctrina del pecado original. En latín resulta también concordante "Peccatum, in quo", porque "peccatum" es neutro (en griego no: he hamartía —el pecado— es femenino), pero no cambiaría demasiado respecto de la concordancia con "homo", porque siendo el pecado primero, sigue siendo del mismo "un hombre".
Hay que tener presente que la antropología judía clásica consideraba que los descendientes están contenidos en el antecesor. No es que no tuvieran noción de individuo, pero esa noción, más moderna, convivía con la concepción bíblica más antigua, que consideraba al hombre algo así como una personalidad colectiva. Uno podría pensar que Pablo no razonaría así, porque si bien era judío, era de Tarso, de la dispersión, y de habla griega, pero si vamos a Carta a los Gálatas lo vemos hacer gala de este pensamiento "colectivista" al razonar el por qué Cristo, que es "la" descendencia de Abraham, contiene a quienes se sumergen (bautizan) en él y pasan a ser descendencia suya (Ga 3,16.29).
Así que lo más probable es que para Pablo no existiera el problema de la propagación del pecado, en un pensamiento que tiene como base la personalidad colectiva, el pecado de uno es al mismo tiempo el de todos los que están contenidos en él. Por eso no necesitó establecer ninguna doctrina del pecado original, así como no la necesita el judaísmo- El "ef ho", sea que establezca la causa de la muerte en el pecado personal, o la manifestación del poder del pecado en la universalidad de la muerte, no parece tener como antecedente a Adán, ni hablar del modo de la propagación del pecado.
Lo mismo que se puede decir de esta mentalidad de Pablo se puede aplicar (a fortiori, porque eran judíos palestinenses) a Jesús y a los apóstoles, y a todo ese primer siglo judeocristiano: la hereditariedad del pecado no les planteaba ningún problema, no pensaban al hombre fundamentalmente como individuo.