El criterio general es que siempre que un material debería ser propio y no está, se toma del común. Así lo dice la Ordenación General, núm 226:
«Tanto las primeras Vísperas como las segundas tienen himno, antífonas, lectura breve con su responsorio, y oración conclusiva propias; en caso de que no los tuvieren, se tomarán del Común.
En las primeras Vísperas ambos salmos se tomarán, según costumbre, de la serie Laudáte (a saber, de los salmos 112, 116, 134, 145, 146, 147), de acuerdo con la antigua tradición; el cántico del Nuevo Testamento se indica en su lugar. En las II Vísperas tanto los salmos como el cántico son propios. Las preces son propias o se tornan de] Común.»
Esto es lo que dice literalmente la norma, ahora bien, la propia liturgia utiliza el salmo 117 en las primeras vísperas del Común de Mártires (tanto de uno como de varios), lo que indica que, o bien se omitió inadvertidamente en la enumeración precedente (lo más probable), o bien no pretendía ser exhaustiva.
En cuanto a las antífonas, si bien indica que se tomen del común, opino (pero tómelo como opinión personal) que no es incorrecto tomarlas de las segundas vísperas, que irán más ajustadas al carácter propio de la celebración concreta.
En nuestra liturgia en línea se sigue con exactitud la norma litúrgica, es decir que en la conversión de fiesta a solemnidad, toma los elementos del común.