Para cristianos adultos, pero no herejes,

Bueno un poquitín si, que es como la pimienta y el pimentón picante de los guisos

¿Podemos considerar las apariciones de Jesús, como experiencias místicas de sus coleguillas?

Yo creo que sí, pero me gustaría saber si estoy o no desbarrando, sin cerrar ninguna otra puerta

Un abrazo

Maite

“acuérdate de que mi vida es un soplo”

Definamos un poco lo que queremos decir con cada cosa: 

Cuando hablamos de las apariciones de Jesús como "materiales" queremos decir que allí, delante de los espectadores, hay un cuerpo material, con todas las características de los cuerpos materiales. La característica propìa de los cuerpos materiales que los hacen visibles es el reflejar o el transaprecer o el retener la luz. Esa luz así moldeada por el objeto impresiona nuestro ojo, y vemos algo (o nada), y lo vemos de tal color, etc.

A esto le sigue un proceso psíquico, que es la percepción interior del objeto externo, sin el cual, aunque nuestro ojo "viera" el objeto", no lo vería nuestro yo.

Ya sé que es un poco preciosista lo que escribo, pero es para que nos pongamos de acuerdo sobre lo que queremos decir, porque no es de recibo que alguien llame "experiencia material" a una cosa, y no quiera decir lo que todos queremos decir con experiencia material.

Cuando hablamos de las apariciones de Jesús como "místicas" supongo que queremos decir que la realidad externa de Jesús realiza una imagen psíquica nuestra, sin depender de la existencia exterior de un cuerpo material que refleja, retiene o transparece la luz. Se diferenciaría de una pura experiencia "psíquica" en que es el objeto exterior (Jesús) quien la realiza, y no nuestra psique yendo por libre.

Del momento en que en una aparición cualquiera de Jesús, él puede decidir quién lo ve y cómo lo ve (ejemplo, la escena del jardín, con la Magdalena, o la de Emaús, o la de los 10 sin Tomás, o luego los 11 con Tomás), esa ya no es una experiencia material-exterior, porque en las experiencias materiales el objeto es pasivo. Tampoco parece ser una experiencia puramente psíquica, porque no es una creación libre de la conciencia de cada uno, sino que hablando entre ellos pueden fácilmente colegir en que todos vieron lo mismo.

Queda que sea una experiencia mística, es decir, una experiencia "psíquica" realizada realmente por Jesús, no como creación libre y subjetiva de los espectadores.

Eso no significa que no pueda estar materialmente con ellos (la escena de la comida al lado del agua de Jn 21 habla a favor de una experiencia material), pero pienso que la trascendencia de la materialidad del cuerpo resucitado de Jesús hace más probable -e incluso más lógica- una aparición "mística" que una "material exterior".

Mientras no se diluya la completa realidad de las apariciones de Jesús -no son imaginaciones, inventos ni proyecciones de deseos de los apóstoles, sino acciones de Jesús- no creo que haya problema en concebirlas de distintos modos.

De hecho también podría ser una acción de Jesús el que un narrador narre una escena de aparición...

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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)

Rechazando completamente la experiencia psíquica, algo que querían que sucediera, y, se montaron “la película”

Porque dada la forma, en que Jesús murió, y, lo valientes que fueron ellos, pues no pega ni con cola

Tampoco la aparición material a lo bestia, porque como has dicho, una visión material el sujeto es pasivo, el objeto que se ve

Y, aquí no sucede así, en ninguno de los ejemplos que recuerdas, y, que por ejemplo la aparición a La Magdalena, que solo lo conoce cuando oye su nombre, coincide un poco, o un mucho con lo que dice, el Cap. X, de San Juan, “oyen su voz y lo siguen, pero no seguirán a un extraño, porque no conocen la voz de los extraños”, cito de oídas

Cierto que los Evangelios, podemos decir que son “relecturas, y, catequesis al pueblo

Por otro lado, y, agarrando a los de Emaús, centrándome en la materialidad, qué pasa que entran 3 chicos en una tasca, “3 de calamares, y, 3 riojas, de pronto, Uno de ellos se esfuma, los del bar, tasca o lo que fuera, alucinarían”

Por ello dejando aparte la enseñanza, del encuentro de Jesús en La Eucaristía, pues llego a la experiencia o aparición mística, al estilo de Teresa de Ávila, y, más allá

“Un ser llevados por Jesús, a su presencia, sin que sepan cómo, algo interior, pero que al mismo tiempo, “perciben como tangible”,” lo sea, o no, no me importa

Porque tenemos el problema de que no lo reconocen hasta que él quiere, y, me perdone el padre Astete, pero el argumento de las cualidades de los cuerpos gloriosos pues no me convencen

Sobre todo, porque en las apariciones de Juan, lo que se afirma es la divinidad de Jesús

“No temáis, “Yo soy”, que nos lleva a la revelación del Nombre de Dios, a Moisés

Y, así en todas

Es decir lo que se encuentran estos hombres y mujeres, es que Jesús, su Jesús él que vieron morir como un maldito, lo de vieron es un decir, porque estuvieron escondidos

Era en verdad el Dios de Israel, Yhv, Dios, y, eso sólo pudieron saberlo por Dios

Por si alguno se escandaliza, de lo dicho, vaya por delante que yo creo en la Resurrección de Jesús, de verdad no en la mera pervivencia de su espíritu humano

Pero la forma de manifestarse, pienso que pudo ser así, de una experiencia intima, mística, un regalo del Espíritu Santo

Un abrazo

Maite

“Destruid este Templo, y, en 3 días lo levantaré”

PD. "Me gusta lo de acción de Jesús, que el narrador narre una escena de aparición"

No creo que haya motivo para escandalizarse. En realidad, cuando el P. Astete hablaba de las cualidades de los cuerpos gloriosos, venía a querer decir esto mismo: que no estamos ante un cuerpo definible materialmente como todos los demás cuerpos.

“Un ser llevados por Jesús, a su presencia, sin que sepan cómo, algo interior, pero que al mismo tiempo, perciben como tangible”

Esa definición es magnífica.

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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)

“No ves motivo de escándalo”; yo tampoco, pero hace unos pocos años, habría bufado, y, habría echado agua bendita al pc; la verdad confieso que Dios se porta bien conmigo, porque me va poniendo siempre en el momento preciso, “Felipes, compañeros de camino”, personas entre las que te incluyo que me hacen crecer y madurar en la fe, o que me ayudan, aunque a veces haya sido “doloroso”, porque claro la ignorancia, el no saber y creer que se sabe pues eso

Luego poco a poco, Dios, porque fue él, quien me llevo a ETF, quien me llevo al grupo de Ecumenismo, a estudiar, bueno “estudiar” la Biblia, quien me fue abriendo la mente, y, el corazón

Tú sabes que lo que te digo, no es adulación, es verdad cuando no estoy de acuerdo te lo digo

Un abrazo

Maite

“Como cantar un cantar de Sión en tierra extranjera”

:-)

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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)