adrid,22/11/04 (Veritas) Con pocas ausencias, los obispos de las distintas diócesis españolas iniciaron hoy los trabajos de la LXXXIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que serán clausurados con una peregrinación institucional a Santiago de Compostela, el próximo viernes 26 de noviembre, adhiriéndose así a los miles de peregrinos que lo han hecho durante este Año Santo Compostelano.
El cardenal Antonio María Rouco, presidió esta mañana la sesión inagural de la Asamblea con un discurso en el que además de destacar la voluntad de diálogo de la CEE con la comunidad política y repasar la doctrina católica sobre algunos temas de actualidad, explicó la agenda de una Asamblea que calificó como "cargada de interés y actualidad pastoral".
Los obispos tendrán que estudiar las "Orientaciones pastorales para la iniciación cristiana de los niños no bautizados en su infancia", una circunstancia creciente en nuestra sociedad.
"Ciertas concepciones poco acertadas de la libertad de los pequeños y la escasa o nula vida cristiana de algunas familias han dado lugar a que aumente el número de niños que llegan al uso de razón sin haber sido bautizados".
El cardenal añadió que "felizmente no son pocos los que entonces manifiestan su deseo de hacer la primera comunión y de participar en la vida sacramental de la Iglesia".
Asimismo, los obispos tendrán que trabajar también "sobre un proyecto de líneas básicas para los estatutos de las fundaciones que sea necesario crear por parte de institutos de vida consagrada en orden a la buena marcha de sus obras apostólicas educativas, sanitarias o de otra naturaleza".
"Es necesario asegurar que estas obras puedan seguir manteniendo su identidad y su servicio también cuando disminuye el número de los consagrados que pueden dedicar a ellas su trabajo", afirmó el cardenal Rouco.
También estará en la agenda de los obispos la fase final de preparación de "la versión de la Biblia que la Conferencia Episcopal ha encargado elaborar" y "una breve exhortación pastoral sobre el sentido del dogma de la Inmaculada Concepción de María".
"El ciento cincuenta aniversario de la proclamación de este dogma se celebra el próximo día 8 de diciembre, fecha en la que dará comienzo todo un año de celebración de la Inmaculada, que este documento de la Asamblea Plenaria podrá anunciar oficialmente y que constituirá, sin duda, un tiempo de gracia especial para el incremento del culto y del amor a la Madre del Señor y de la Iglesia".
Asimismo, el cardenal Rouco quiso hacer un balance de "los ricos frutos pastorales que nos ha deparado la vida de nuestras iglesias en los meses pasados", tales como la Peregrinación Europea de Jóvenes a Santiago de Compostela, "la peregrinación institucional que nuestra Conferencia ha hecho en la última semana del pasado mes de octubre a Tierra Santa" o la celebración del Congreso de Apostolado Seglar.
También el Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro valoró estas actividades y transmitió a la CEE el saludo y la bendición del Santo Padre para los trabajos de su Asamblea Plenaria.
Respecto al Congreso de Apostolado Seglar dijo que "ha servido para reflexionar sobre la acción misional de los laicos en España, impulsar la coherencia entre la fe y la vida y enlazar la acción pastoral y evangelizadora de los laicos en el nuevo milenio".
Respecto a las Orientaciones pastorales para la iniciación cristiana que aprobará la Asamblea Plenaria de los obispos, el Nuncio dijo que responden "a una preocupación de la Iglesia: la transmisión de la fe a las nuevas generaciones, desde la infancia".
En este sentido, lamento que como "fruto de la secularización", haya aparecido este "fenómeno nuevo en España", que consiste en que los niños en lugar de ser bautizados al poco de nacer, se acerquen a los Sacramentos más tarde.
Monseñor Monteiro de Castro también se alegró de las acciones que prepara la Conferencia Episcopal Española para celebrar el Año de la Inmaculada: "la presencia de María Inmaculada el próximo año será providencial, porque estamos muy necesitados de nuestra Madre, para que nos mantenga en la fe, sobre todo cuando vacilan las certezas de la recta razón" en temas como el del matrimonio.
El Nuncio mantuvo que "la doctrina católica es armónica con la sabiduría humana" y defendió que las relaciones homosexuales "ni son equiparables al matrimonio ni pueden ser reconocidas por las leyes justas". En caso contrario, "la vida de los pueblos se verá dañada por tan graves decisiones".
Finalmente, el Nuncio manifestó que se unirá a la Peregrinación de los obispos a Santiago de Compostela para cerrar los trabajos de la Asamblea Plenaria.