arcelona, 01/03/05 (Veritas) Ante el desarrollo de un nuevo programa de adopción de embriones congelados del Institut Marquès en la clínica CIMA de Barcelona por el que, según la entidad, catorce mujeres están esperando ya el nacimiento de su hijo para los próximos meses, la Asociación de Médicos Cristianos de Cataluña pidió que esta posibilidad de la ciencia no sirva para alimentar la fecundación ?in vitro?.
?La adopción de embriones puede ser moral en algunos casos, pero en otros simplemente alimenta un sistema de pecado ?declaró a Veritas el presidente de la asociación, Josep Maria Simón-. En el caso del Instituto Marqués, la idea sería buena si apareciera como salida final a la reproducción artificial, pero sólo una trampa si el centro sigue congelando nuevos embriones?.
Por su parte, el catedrático de filosofía del derecho de la universidad de Valencia Jesús Ballesteros, coordinador del grupo de investigación sobre Bioética y Sociedad, valoró como una noticia positiva la adopción de estos embriones congelados, ?siempre que no se olvide que nadie debería haber estado, o seguir estando, autorizado a colocar en un congelador a otro individuo de la especie humana?.
Según informó ayer el Institut Marquès en nota de prensa, en los dos meses que lleva funcionando el programa de adopción de embriones en la clínica CIMA de Barcelona, noventa parejas se han interesado por esta forma de paternidad y catorce mujeres están embarazadas.
Respecto a la procedencia de las parejas interesadas, una tercera parte del total son de procedencia extranjera, en su mayoría de Francia, Portugal e Italia, país del que llegará próximamente un grupo de parejas interesadas, acompañadas por el sacerdote italiano Oreste Benzi, presidente de la Comunidad Papa Juan XXIII, conocido por su labor a favor de los marginados.
Según el Institut Marquès, Benzi se presentó en las instalaciones de la clínica CIMA de Barcelona al tener noticias del programa de adopción de embriones ?para interesarse y apoyar personalmente el proyecto?, extremo que no ha podido ser confirmado por Veritas.
El tratamiento para la implantación de los embriones consiste en preparar el útero de la mujer mediante unos parches que se aplican en la piel y unos comprimidos vaginales y, a los pocos días, descongelar y transferir los embriones, según informó el centro médico. Cada visita cuesta 100 euros y el ciclo completo de transferencia de embriones, 2.550 euros.
El presidente de Médicos Cristianos de Cataluña advirtió del elevado riesgo que existe de que numerosos embriones no soporten el proceso y se produzcan malformaciones y abortos espontáneos, y de las consiguientes secuelas psicológicas para la mujer.
Según la clínica, "la adopción de embriones no requiere hacer trámites oficiales de adopción, sino únicamente firmar un consentimiento informado en el que la pareja o mujer reconocen explícitamente su conocimiento sobre el alcance de la técnica. Los embriones que se transfieren en cada caso proceden siempre de parejas residentes en otras comunidades autónomas o países, para evitar el riesgo de coincidencia de hermanos".
El catedrático Jesús Ballesteros recordó que no existe el derecho a tener hijos y declaró que ?los posibles padres adoptantes de embriones congelados deberían reunir las mismas condiciones que se exigen en otro tipo de adopción y sería rechazable cualquier tipo de contraprestación económica?.